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Actualizado: 05 dic 2021 / 10:17 h.
  • Los Reyes Magos y los soleanos adoran al Niño Jesús recién nacido al finalizar la representación de ‘Sucedió en Belén’ (Foto: Hermandad de la Soledad)
    Los Reyes Magos y los soleanos adoran al Niño Jesús recién nacido al finalizar la representación de ‘Sucedió en Belén’ (Foto: Hermandad de la Soledad)

Tras el paréntesis del año 2020, vuelve a salir la hermandad de la Soledad de Alcalá del Río en diciembre. No lo hace en estación de penitencia, aunque bien pudiera hacerlo con esta singular cofradía. Se trata de ‘Sucedió en Belén’, la representación con la que la hermandad del Viernes Santo hace que el niño Jesús nazca durante tres días en este puente y en la plaza del Calvario. Una cofradía que marcha con medio millar de soleanos entre Alcalá del Río y Belén.

Una cofradía de 540 soleanos que marcha de Alcalá del Río a Belén
El anuncio del ángel Gabriel a María (Foto: Emilio García Olmedo)

No hay pasos, aunque sí hay escenas. Ni nazarenos ni penitentes, aunque hay un cortejo de más de 540 hermanos, que dan vida durante tres días a esta gran ilusión. Al encuentro de esta cofradía se llega por el oasis de la calle Las Cortes y el zoco de la plaza Mariana Pineda, donde los dulces de la tierra son una tentación. Traspasada la imaginaria muralla por la puerta que se erige a la entrada del Alcázar, avanza la cruz de guía en los pergaminos del narrador que ejerce a la vez de maestro de ceremonias para la representación.

Una cofradía de 540 soleanos que marcha de Alcalá del Río a Belén
Un puente da acceso al entorno de la parroquia alcalareña, donde los pastores apacientan sus rebaños (Foto: Emilio García Olmedo)

El narrador guía por el recorrido haciendo estación en cada escena

Desde ese punto, un viaje en el tiempo y el espacio sumerge al visitante en una narración que le muestra el plan salvífico de Dios. El narrador va desgranando la historia al tiempo que el recorrido avanza por un itinerario donde las estaciones, en este caso las escenas, van sucediéndose. El bullicioso mercado es el contraste con la quietud de Nazaret, donde la cofradía recala para escuchar el anuncio del ángel Gabriel. Un ángelus continuo que se rezará hasta 87 veces – tantas como pases previstos – en los tres días de representación.

José cobra fuerzas para la divina misión entre sueños, mientras que la Virgen corre solícita a llevar la buena noticia a su prima Isabel. Angostas calles, vestigios históricos y vistas privilegiadas de la Vega del Guadalquivir aderezan entre escenas el discurrir de esta cofradía.

Una cofradía de 540 soleanos que marcha de Alcalá del Río a Belén
Hebreas con mascarilla, cumpliendo en Belén las normas básicas de prevención (Foto: Hermandad de la Soledad).

La soberbia de los romanos que empadronan, la desolación de los Santos Esposos cuando en ninguna posada le dan cobijo – quien sabe si este año por el aforo reducido por la pandemia – llevan a la cofradía hasta la parroquia alcalareña. Que se intuye porque su torre mudéjar se alza sobre ella, pero que apenas se vislumbra entre la conseguida ambientación.

Un Belén de 7.000 metros cuadrados

Tras cruzar un río y un puente, los pastores reciben el aviso del ángel y corren presurosos a conocer al Niño de Dios. Más abajo, resuenan las carcajadas de la opulenta corte de Herodes cuando el tetrarca, una vez más, engaña a los Reyes Magos. Los de Oriente llaman a esta Casa de la Cultura elevada a palacio para pedir norte sobre el Niño recién nacido. Y tras dejar claro su papel – “Israel ya tiene rey. Yo soy su rey” – despide a los Magos con el encargo de que sean ellos los que le den las indicaciones para ir a adorar a ese Mesías esperado.

Una cofradía de 540 soleanos que marcha de Alcalá del Río a Belén
Herodes pide a los Reyes Magos que cuando encuentren al Niño se lo hagan saber (Foto: Hermandad de la Soledad)

Todo es grande en este Belén. Los 7.000 metros cuadrados de recinto, en pleno casco histórico, que se paraliza durante tres días para mudar plenamente su piel hasta que no quede nada de la actualidad y todo sea como en Belén de Judea hace más de dos siglos. Los participantes, con más de 540 entre actores y figurantes. Incluso las visitas, que cada año superan los 10.000 espectadores, y que como ha demostrado la venta previa y apuntan fuentes de la hermandad, este año le irá a la zaga. Y aunque no haya normalidad y eso se note en las mascarillas del público y de los figurantes, hay ganas de llenarse del rayo de esperanza que supone ver a Jesucristo nacer con la inocencia de un niño entre tanto desconcierto que ya se mantiene durante demasiado tiempo.

Una cofradía de 540 soleanos que marcha de Alcalá del Río a Belén
El Belén de la Soledad transforma el casco histórico de Alcalá del Río (Foto: Hermandad de la Soledad)

Las representaciones continuará durante todo el día de hoy y mañana

Llega entonces el cortejo a la plaza del Calvario y finaliza esta particular estación de penitencia. Allí, en un portal, Jesús – de mano de los 9 jovencísimos actores y actrices que en estos días le dan vida – nace. Un ángel lo eleva al cielo al tiempo que el pueblo hebreo y soleano se postra para adorarlo con el canto del Aleluya y los Reyes Magos le ofrecen sus presentes.

Una cofradía de 540 soleanos que marcha de Alcalá del Río a Belén
Multitud de animales pueblan también este Belén, haciendo las delicias de los visitantes más pequeños (Foto: Hermandad de la Soledad)

Oro como rey, incienso como Dios y mirra como hombre, presagio de la amargura para la que el nombre de esta plaza ya es premonición. Enclave por otra parte al que la Virgen, Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad, salió en junio para presidir la función por el XXV Aniversario de su coronación canónica. Epicentro por tanto de la vida cofrade alcalareña, donde el tesón y la ilusión vuelven a hacer frente a la adversidad en este año tan especial engrandeciendo – aún más si cabe – este colosal Belén.

Si aún no han visitado esta representación, tienen oportunidad de hacerlo durante toda la jornada de hoy y la de mañana lunes, aprovechando el festivo de la Constitución, antes de que esta ciudad efímera cierre sus puertas. En la taquilla, situada en la plaza de Mariana Pineda, encontrarán entradas para todos los pases de cada jornada. Con el paseo por la vieja Ilipa Magna convertida en Belén podrán celebrar con anticipación que Dios nace alcalareño y soleano, en el viaje quizás más certero al tiempo y el momento en el que vino al mundo el Salvador.