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Actualizado: 03 jul 2017 / 10:20 h.
  • Unos caracoles de solidaridad en Morón
    Dolores Orellana, la cocinera, y Mª Carmen Rodríguez de la asociación Alhucema, se encargaron del reparto de las tapas de caracoles. / Fotos: M.M.
  • Unos caracoles de solidaridad en Morón
    La barra estaba atestada para saborear el rico molusco.
  • Unos caracoles de solidaridad en Morón
    La IV Fiesta del Caracol congregó a centenares de personas.

Pocas personas pueden resistirse a tomarse una tapita de caracoles en una terraza durante las noches de verano. Recetas hay muchas pero el éxito de un buen vaso radica en el sabor del caldo combinado con un buen grosor del caracol. Son los reyes de las tapas en esta época, sirviéndose kilos y kilos desde finales de primavera.

En Morón de la Frontera hay varios santuarios conocidos en toda la comarca por la calidad de este singular manjar. Entre ellos Retamares, cuya terraza congrega a cientos de vecinos ávidos de saborear este rico molusco. Tal es la afición que las caracoladas proliferan en esta época del año, siendo muy conocidas también en periodos de campaña electoral.

El mejor tributo llega con la Fiesta del Caracol, que celebró en la noche del sábado su cuarta edición de la mano de la asociación de Iniciativas Solidarias Alhucema, junto a la asociación de vecinos La Milagrosa. En este acontecimiento, los asistentes al acto pudieron degustar gratis diferentes tapas de caracoles con fines muy solidarios.

Durante la presentación de la fiesta, que se celebra siempre en verano, el presidente de Alhucema, Juan Segura, explicó que al igual que con lo que se recauda gracias al trabajo voluntario en la caseta de Feria ¡Qué linda es Cuba!, los beneficios de las barras –principalmente bebidas– van destinados a financiar las diferentes actividades solidarias que realiza durante el año. Segura puso como ejemplos «la acogida de niños saharauis, el hermanamiento con el Morón de Cuba o la puesta en marcha de la escuela de verano de La Milagrosa».

Desde hace dos años, la recaudación de este festejo –donde los vecinos de la zona se agolpan para disfrutar de una maravillosa noche de verano– va íntegra a una escuela de verano para los pequeños de la ciudad. Una escuela que lleva funcionando tres años y, como bien manifiesta la presidenta de la asociación de vecinos Carmen Portillo, «funciona muy bien porque los niños realizan actividades como ir a la piscina, repaso escolar o fiestas».

Es al finalizar el colegio cuando muchos padres se encuentran con la dificultad de conciliar las vacaciones escolares con el trabajo. Durante las mañanas pueden estar tranquilos, ya que los niños se encuentran en muy buenas manos. Gracias a la solidaridad de los vecinos consiguen la financiación para esta escuela que funciona durante el mes de julio.

Además de esta degustación gratuita, se celebró un concurso de tapas de caracoles en el que participaron 14 bares de Morón, así como vecinos a título individual. Carmen fue una de las participantes, aunque sin derecho a premio. Confiesa que su receta ha sido heredada de su hermana. Y aunque presume del sabor de la tapa, se lamenta de que «a mi hermana le salen más buenos».

Por su lado, Dolores Orellana era la encargada de realizar los grandes peroles de caracoles que, junto a los participantes del concurso, se degustaron en la fiesta. No quiere confesar su secreto, pero todos los que consumieron reconocieron la calidad de la tapa. Lleva muchos años cocinando a fuego lento su receta y solo deja entrever que «le pongo aliños de caracoles y alguna cosa más», explica sin querer desvelar su toque maestro.

La barra era un no parar de personas que pedían su consumición acompañada por los caracoles gratuitos. Vasos y más vasos que se repartían por el mostrador y las mesas situadas delante del escenario, donde actuaron, para amenizar la noche, la academia de baile de Mari Paz La Candila, Antonio Menacho, Jonathan Ayllón y Aerobic María.

Tras una difícil deliberación, donde el jurado probaba estos moluscos dispuestos en tarrinas con un número identificativo, el premio fue a parar a manos de Cervecería-cafetería bar Morón, quien consiguió un crucero por el Guadalquivir y una noche de hotel en Sevilla. Le acompañó en el podio el bar Morón II, quien se alzaba con un masaje relajante en un spa, y el bar Florida, que se llevaba aceite de Morón. Como curiosidad el reñido primer y segundo puesto, con solo un punto de diferencia, fue con una receta muy parecida. El hecho de que sean hermanos puede ser la causa de que compartan receta familiar del famoso molusco.

Desde la asociación Alhucema, satisfacción por el éxito cosechado en esta velada ya que «se siente en el barrio las ganas de que esta fiesta se convierta en verbena» explica Mª Carmen Rodríguez.