La Dirección General de Tráfico (DGT) ha retomado el calendario establecido anualmente para el desarrollo de las campañas de vigilancia, que se vio interrumpido por la pandemia del coronavirus, y entre los días 6 y 12 de julio ha controlado la velocidad a 12.082 vehículos en las carreteras de la provincia de Sevilla.
En un comunicado, la Subdelegación del Gobierno ha indicado que, del total de vehículos controlados, 666 conductores resultaron infractores, y por lo tanto, denunciados por exceso de velocidad, lo que representa el 5,5 por ciento del total.
Debido al alto porcentaje de accidentes que se producen en las carreteras convencionales, las que disponen de un solo carril en cada sentido, y considerando la gravedad de este tipo de accidentes, se han reforzado los controles en este tipo de vías, tanto con radares estáticos como dinámicos. En estas vías se han controlado el 75,99 por ciento de los vehículos, mientras que el resto de controles se han realizado en autopistas y autovías (24,01%).
A estos resultados, como ha subrayado el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano, hay que sumar los controles realizados por las distintas policías locales de los ayuntamientos, que se han sumado a la campaña en su ámbito de actuación.
A este respecto, Toscano ha subrayado "la importancia de la colaboración institucional para la seguridad vial" y "la disposición y el compromiso de los ayuntamientos" para transmitir "un mensaje "unificado de respeto de los límites de velocidad establecidos, independientemente de la vía por la que se circule".
Según se recoge en el estudio 'El porqué de los radares: efectividad de los radares como medida de control de velocidad', del Grupo de Investigación Facthum.lab de la Universidad de Valencia, "la velocidad excesiva reduce el tiempo de reacción, dificulta el control del vehículo y la rectificación de la trayectoria, aumenta la agresividad y el estrés del conductor y altera el funcionamiento sensorial (disminuyendo el campo visual) y el fisiológico (aumentando el nivel de fatiga)".
Además, el exceso de velocidad es el principal problema que tienen los países motorizados, conforme a las conclusiones del estudio Velocidad y riesgo de accidente, realizado por International Transport Forum (ITF).