Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 25 sep 2016 / 18:46 h.
  • ‘Atasco’ en el Puente de Triana
    El Puente de Triana se convirtió en un hervidero de personas caminando o pedaleando entre los talleres y actividades. / Manuel Gómez
  • ‘Atasco’ en el Puente de Triana
    Varios niños disfrutan con una versión alternativa del ajedrez. / Manuel Gómez

Bicicletas, muchas bicicletas, patines, monopatines, carritos de bebé, un autobús, algún que otro segway y por supuesto cientos de peatones se adueñaron y colapsaron en la mañana del domingo el Puente de Triana. La clausura de la Semana Europea de la Movilidad impulsada por el Ayuntamiento de Sevilla convirtió este emblemático viaducto en un espacio libre de humos con motivo del Día sin coche, provocando un atasco notable aunque para nada nocivo.

El corte al tráfico rodado dejó todo el puente, por el que diariamente circulan en torno a mil vehículos –9.000 antes de la peatonalización de San Jacinto–, libre y expedito para actividades de ocio tales como talleres, castillos hinchables, ajedrez, teatro y exhibiciones varias, entre ellas las de la Policía Local y los Bomberos –los niños disfrutaron de lo lindo regando el río con la manguera– o las relacionadas con la Bienal.

Paco y Carlos, dos mellizos de tres años, se afanan por sortear con sus monopatines los obstáculos que les han colocado en una pista de educación vial. «Se lo están pasando en grande», asegura su padre, Paco. Son vecinos de la calle Espartinas y por tanto privilegiados usuarios de este espacio libre de coches: «Permanentemente no sé, pero los fines de semana sí podían cerrar el puente al tráfico y aprovechar para hacer actividades para niños».

Este trianero se declara partidario de la restricción al coche, pero pide «que se mejore el servicio de autobuses. Yo voy en ocasiones a trabajar a la Cartuja en el transporte público y tardas mucho más, te desesperas».

Esas extrañas bicicletas

Unos metros más allá llaman la atención unas extrañas bicicletas. Son las que han llegado hasta el Altozano desde la Plaza Nueva, en el encuentro retro Las bicis de siempre. Hay velocípedos personalizados de lo más sugerentes, traídos por los miembros de la asociación Ciclolegas Custom & Classic. Su presidente, Manuel Moreno, cuenta que «nos juntamos un grupo de amigos y salíamos y, como vimos que llamaba mucho la atención, decidimos promover el uso de la bici». Considera que «no nos podemos quejar porque vas a otras ciudades y tienen dos tramos o directamente no hay carril bici, aunque siempre se puede mejorar».

Con ellos han pedaleado por la Avenida de la Constitución y el Paseo Marqués de Contadero los integrantes de la Asociación de Bicicletas de Época La Sana de Utrera, que lidera el matrimonio formado por Mariano García e Isabel Rojas. Han llegado a Triana con sus bicis y trajes de época: están el profesor, el cura, el zapatero, el militar, el hortelano y hasta el repartidor de periódicos... un espectáculo sobre ruedas.

Aparecen por allí los jóvenes miembros de Sevilla se mueve, entidad que viene de participar en la Ruta intermodal por Sevilla. Han tomado el Metro en la Puerta de Jerez hasta Blas Infante; allí la nueva lanzadera hasta Cartuja, donde han enlazado con el cercanías C2 hasta Santa Justa y de ahí a San Bernardo en el C1. Creen en la combinación de estos medios de transporte públicos, pero advierten de que es precisa «la integración tarifaria. La ruta de hoy podría costar cuatro veces menos si hubiera un billete único», explica Jaime Sierra, su portavoz.