El juicio contra el empresario y exvocal de la Cámara de Comercio de Sevilla Manuel Muñoz Medina por los hechos ocurridos el 20 de diciembre de 2016 en la sede de la entidad sevillana, cuando se dirigió a la coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, y simuló besarla, comienza este jueves en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla.
En este causa, la Fiscalía de Sevilla, en su escrito de acusación, solicita para el empresario un año de cárcel y una multa de cuatro meses con cuota diaria de diez euros (1.200 euros) por un delito de atentado a la autoridad y nueve meses de prisión por un delito contra la integridad moral, así como el pago de una indemnización de 6.500 euros por los "perjuicios personales" causados a Teresa Rodríguez.
En su relato de hechos, el Ministerio Público indica que el 20 de diciembre de 2016 se celebró en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla un acto al que había sido invitada, entre otras autoridades, Teresa Rodríguez, en su condición de miembro del Parlamento de Andalucía por la formación Podemos Andalucía de la que, entonces, era portavoz.
Una vez terminado el acto, Teresa Rodríguez fue invitada por la jefa de protocolo a subir a la primera planta del edificio, donde tras haberse celebrado un pleno de la Cámara de Comercio se ofrecía en la primera planta una copa para celebrar las fiestas navideñas, y en donde el presidente de la Cámara "quería saludarla y mostrarle las dependencias", añade el escrito de la Fiscalía.
Así, la coordinadora general de Podemos Andalucía accedió al despacho del presidente de la Cámara para saludar tanto a él como a un vocal del mismo organismo y, en ese momento, Manuel Medina Muñoz, salió del lugar donde se servía la copa y "al saber que Teresa Rodríguez se encontraba allí" y con la intención de "menoscabar su dignidad como mujer y sabedor de su condición y de la actividad que desempeñaba", se dirigió a ella "rodeándola con su brazo derecho por la espalda, llegando a empujarla, mientras ponía la otra mano sobre la boca de la dirigente política, besándose su propia mano en lo que simulaba ser un beso en los labios a la parlamentaria".
Ante ello, apunta la Fiscalía en su relato de los hechos, Teresa Rodríguez "no tuvo capacidad de reacción por lo inesperado de la situación" y se marchó del lugar con la jefa de protocolo a quien de forma inmediata "manifestó su malestar por lo acontecido".