Un estudio elaborado sobre la "loza quebrada" utilizada para rellenar la bóveda de la capilla de San Isidoro de la Catedral de Sevilla y publicado recientemente profundiza en el aprovechamiento de las remesas "defectuosas" de piezas de cerámica, para la construcción de bóvedas mediante este tipo de materiales para evitar un "exceso" de peso en las mismas, entre otros aspectos.
El informe en cuestión, titulado "Loza quebrada procedente de la bóveda de la capilla de San Isidoro de la Catedral de Sevilla", está firmado por Pina López Torres, del grupo de investigación Los Almohades y su patrimonio histórico en Andalucía Occidental, de la Universidad de Sevilla.
En este documento, recogido por Europa Press, la autora profundiza en el conocimiento y análisis de los recipientes cerámicos utilizados para el relleno de las bóvedas de la capilla de San Isidoro de la Catedral hispalense, un espacio del citado templo construido en las primeras décadas del XVI para albergar la Librería de Canto Llano.
Al respecto, el estudio detalla que mientras "la obra gótica de la catedral de Sevilla se inició en el año 1434", una "abundante bibliografía" y documentación refleja que "ya en el año 1467, se pagaba a olleros de Triana para que abasteciesen de 'loza quebrada' a la obra de la Catedral, material necesario para el cerramiento o 'enjarrado' de las bóvedas y disposición de las azoteas".
"La técnica consiste en rellenar los senos de las bóvedas para obtener una superficie regular previa al enlosado. Este relleno se realiza con materiales cerámicos de desecho de alfar, procedentes de una cocción fallida en el horno, con lo que las piezas están mayoritariamente completas pero tienen fracturas o grietas que impiden el uso para el que estaban destinadas", detalla el estudio respecto a la técnica de alcatifa usada para rellenar con piezas de cerámica las bóvedas de la Catedral, para que las mismas tuviesen "cámaras de aire" gracias a las cuales se evita "un exceso de peso" en estas estructuras.
El actual informe, que se suma a otros previos realizados en esta misma materia, se circunscribe así a 42 piezas de cerámica pertenecientes al relleno de las bóvedas de la capilla de San Isidoro del templo catedralicio.