La inmensa mayoría de los ciudadanos se informa y se forma a través de la Comunicación. Por tanto, la Comunicación y sus medios deben ser analizados en el mundo científico y educativo. Esta actividad es indispensable si se desea mejorar la democracia mediante una mejor formación del ciudadano derivada del aumento de su capacidad crítica, desarrollada mediante una metodología de Enfoque Estructural (EE) la cual considera que todo está relacionado con todo y que, en Comunicación, los mensajes están vinculados a los intereses de los dueños de los medios y a los gustos de las audiencias, gustos procedentes de una educación concreta recibida a lo largo de la vida y/o creada y solidificada por los propios medios.
Es necesario un camino educativo que intente organizar -en el campo de la Comunicación, sobre todo- el maremágnum derivado de los efectos negativos de la imprescindible sociedad digital. Método significa camino y el camino más profundo y adecuado es el de la “alfabetización mediática” para la sociedad en general y el de la Educación en Comunicación desde la escuela hasta la universidad, una educación que debe ser responsabilidad, en exclusiva, de los especialistas en el mundo comunicacional.
La Educación en Comunicación -Educomunicación se dice en España- debe impartirse desde el enfoque metodológico estructural que va más allá de la Escuela de Frankfurt o del marxismo. El Enfoque Estructural (EE) no cuestiona ni rechaza ni pretende destruir el mercado, lo que persigue es describir una situación en la Comunicación para que el receptor de esa metodología piense sobre ella y la someta a crítica. El EE se deriva del pensamiento crítico al que nos invita la UNESCO pero considera que no es exclusivo de Marx ni de Horkheimer, Adorno, etc. Es más, cree que lo que han llevado a cabo la mayoría de esos autores es un Enfoque Estructural Simple (EES) que debe completarse con el Enfoque Estructural Complejo (EEC) el cual obliga a la metodología cognitiva transversal, transdisciplinaria. Este enfoque es el proceso más avanzado del pensamiento humano en la actualidad; yo lo he desarrollado en mi libro de 2020 Evolución, Historia y Comunicación en un mundo digital, si bien ya lo venía estudiando desde los años 80 del pasado siglo.
Todo está relacionado con todo, es el principio sustancial de esta metodología. Sobre él debe pivotar la educación del ciudadano. La crisis de Lehman Brother que estalló en Estados Unidos en 2007-2008 acabó afectando a todo el planeta, no solamente al mundo financiero sino a la salud física y psíquica de la gente: un banco quiebra en EEUU y en España y otros países muchos ciudadanos quedan sin empleo por el efecto dominó de las crisis sobre otros bancos y empresas, ese efecto los lleva al paro y el paro a la falta de autoestima, a la ansiedad, a la depresión, al psiquiatra o al psicólogo.
Como hemos dicho, si la Comunicación nos rodea, nos forma, nos informa y nos desinforma hasta el punto de que sus intereses escondidos pueden influir en la libertad de expresión de los periodistas, hay que someterla a una “autopsia metodológica” para intentar comprenderla. Dicha autopsia se llama Enfoque Estructural Simple (EES). A este enfoque lo primero que le llama la atención es la concentración mediática y la diversificación del capital que se viene desarrollando sobre todo desde finales del siglo XIX, la película Ciudadano Kane (1941), de Orson Welles, es un documento clásico para entender esta dinámica, lógica del mercado, pero acaso negativa para el profesional de la comunicación, al producirse cruces de intereses entre acción mercantil y libertad de información o prensa.
La concentración y diversificación del capital en Comunicación nos lleva al concepto Estructura Mediática. ¿Cómo definirla? Según Reporteros Sin Fronteras (RSF): “Se trata de un fenómeno mundial: la tendencia a concentrar en un grupo medios de comunicación (televisiones, radios, diarios, sitios web), junto con otras empresas de diversos sectores: bancario, telefónico, inmobiliario, de la construcción, etc”.
En la actualidad, la concentración de poder y capital así como la diversificación de los negocios se ha incrementado muchísimo hasta el punto de que ha aparecido la expresión “Los nuevos dueños del mundo”, esto es, la unión entre telecomunicaciones, comunicación/contenidos, tecnológicas, banca y fondos de inversión, entre otros elementos. Por ejemplo, las mega-empresas más importantes en Bolsa hablan por sí solas del fenómeno: