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Actualizado: 09 oct 2017 / 20:42 h.
  • El Ayuntamiento remite a Patrimonio el proyecto para peatonalizar Mateos Gago
    Una de las jornadas el pasado junio en las que se probó el cierre al tráfico en Mateos Gago. / Jesús Barrera

Enero de 2019. Esa es la fecha marcada en el calendario para que la céntrica Mateos Gago estrene nueva cara. El Ayuntamiento de Sevilla tiene previsto comenzar las obras de reurbanización de la calle después de la próxima Semana Santa. Los trabajos, que contemplan una remodelación total tendrán 10 meses de duración y cuentan con un presupuesto de 1,2 millones de euros, según anunciaron este lunes el delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, y el delegado de Movilidad, Seguridad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera.

El proyecto, que ya ha sido enviado a la comisión de Patrimonio pues se encuentra en un entorno BIC, contempla medidas que acabarán con la «amalgama» que es ahora este enclave turístico en el que «confluyen coches de caballos, taxis, carga y descarga, turistas, vecinos y tráfico privado. Haciendo de la calle un zoco árabe en su peor acepción», dijo Muñoz.

La nueva Mateos Gago tendrá una plataforma única; renovará su alcantarillado y su iluminación; eliminará los aparcamientos para ampliar las aceras; contemplará un itinerario peatonal pensado también para personas con movilidad reducida –que estará diferenciado incluso con los materiales del suelo–; reordenará los veladores –que pasarán a estar en los espacios que dejan los alcorques–; habilitará una nueva zona para los taxis y la carga y descarga en la calle Mesón del Moro; y limitará el acceso del tráfico.

De hecho, esta será la primera de las medidas que se adoptarán y que dejarán notar que la calle comienza su transformación. Según adelantó el delegado de Movilidad, será esta misma Navidad cuando se blinde al tráfico privado el acceso a la calle siendo únicamente accesible para los residentes, taxis así como para la carga y descarga «en un horario más restringido para evitar esa imagen bochornosa que hay ahora». Cabrera explicó que ya en la junta local de seguridad celebrada tras los atentados de Barcelona y Cambrills se decidió que había que reordenar y limitar el acceso a esta calle. Por ello, la Delegación trabaja ya en un plan de movilidad que dé alternativas al tráfico privado. Aunque el delegado no quiso ahondar en las medidas concretas, sí avanzó que los desvíos deberán producirse en la Cuesta del Rosario. De este modo se evitará que los vehículos una vez que lleguen al cruce de Hernando Colón con Alemanes se vean obligados a salir del centro por la Avenida y García de Vinuesa ya que el giro a la izquierda hacia Mateos Gago por Placentines estará limitado.

En cualquier caso, ambos responsables municipales insistieron en que el proyecto tendrá «el máximo consenso» y apuntaron que se han producido ya reuniones con vecinos y hosteleros. Estos últimos, de hecho, tendrán que reorganizar sus terrazas, aunque los responsables municipales no adelantaron si la nueva fisonomía supondrá una reducción. Eso sí, para evitar molestias tanto a unos como a otros, el planteamiento del gobierno local es acometer los trabajos por fases. «Vamos a coger el toro por los cuernos y a desarrollar esta asignatura pendiente en una arteria central», dijo Muñoz, quien recordó que además, tras la reordenación la vía será un «nuevo eje cultural con la apertura del museo Bellver en la casa Fabiola».