El enigma del Tenebrario perdido de la Catedral de Sevilla

Hay una historia poco conocida dentro de la Catedral de Sevilla y que se relaciona con un viejo Tenebrario que desapareció sin conocerse aún su paradero, para unos es sólo una leyenda, para otros una realidad perdida, ¿qué hay de cierto en todo ello?

El enigma del Tenebrario perdido de la Catedral de Sevilla

El enigma del Tenebrario perdido de la Catedral de Sevilla / José Manuel García Bautista

José Manuel García Bautista

La Catedral de Santa María de la Sede es una joya arquitectónica y religiosa que esconde muchos secretos. La catedral alberga numerosas obras de arte y tesoros sagrados. Uno de estos tesoros, el Tenebrario perdido, que ha suscitado una fascinación particular debido a su misterioso paradero.

Entrar en la catedral es perderte por los rincones de esta majestuosa edificación. No hace mucho tiempo un amigo, vinculado al estamento religioso catedralicio, me contaba este enigma con aires de leyenda –así se debe entender- y fue la causa para que me embarcara en un viaje en busca del antiguo Tenebrario, tratando de desentrañar el enigma que ha perdurado durante siglos.

El Tenebrario es una estructura utilizada para sostener velas durante la celebración del Oficio de Tinieblas, una liturgia que conmemora la pasión y muerte de Jesucristo. Durante esta ceremonia, las velas se apagan gradualmente, sumiendo la iglesia en la oscuridad para simbolizar la agonía de Cristo en el Calvario. El Tenebrario, con sus múltiples brazos que soportan las velas, es una pieza de gran belleza y simbolismo.

Actualmente este Candelabro triangular del Oficio de las Tinieblas, en que sustituyó al perdido, se encuentra al entrar por la Puerta de la Asunción. No es una estructura pequeña, tiene 18 metros de altura y es obra de Bartolomé Morel, en el siglo XVI, el mismo que fue fundidor del Giraldillo.

Es un Tenebrario impresionante al que rematan 14 esculturas que son los apóstoles, las Marías y la Virgen que remata el conjunto. Es muy simbólico ver cómo se van apagando las velas en escala con la mano de cera que simboliza a Judas y que es obra de Andrés de Ocampo en 1598. Sólo se deja encendida la vela de la Virgen, la llamada «Luz de María» que es sinónimo de la victoria de Jesús de Nazaret sobre la Muerte y la fe en la Resurrección de la Virgen María.

Históricamente, la Catedral de Sevilla ha sido conocida por poseer un Tenebrario de gran valor artístico. Sin embargo, a medida que nos adentramos en la catedral, descubrimos que, antaño, tuvo otro cuyo paradero actual es incierto. La falta de registros detallados y la confusión en torno a su ubicación han dado lugar a secretas teorías y especulaciones.

Algunos investigadores sostienen que el Tenebrario original fue desmantelado o destruido durante el periodo debido al mal estado en el que se encontraba o que sucumbió a la Desamortización, una etapa de la historia española en la que muchos bienes eclesiásticos fueron confiscados y vendidos. Otros creen que la pieza fue trasladada a otro lugar seguro ante otros eventos tumultuosos en la ciudad.

Múltiples lugares dentro de la Catedral de Sevilla han sido considerados como posibles ubicaciones para el Tenebrario. Uno de ellos es la Sacristía Mayor, donde se guardan numerosos objetos litúrgicos de valor. Sin embargo, a pesar de una exhaustiva búsqueda, no se ha encontrado evidencia concluyente que confirme la presencia del Tenebrario en este lugar.

Otra teoría sugiere que la pieza podría encontrarse en la Capilla Real, el lugar de descanso final de varios miembros de la realeza española. Dado el valor y la importancia histórica del Tenebrario, su presencia en esta capilla tendría sentido. No obstante, las investigaciones hasta la fecha no han revelado su paradero en la Capilla Real.

Otra posible ubicación es la Sala Capitular, un espacio utilizado por el cabildo catedralicio para reuniones y decisiones importantes. Esta sala alberga numerosas obras de arte y objetos litúrgicos, lo que hace plausible la presencia del Tenebrario en este lugar. Sin embargo, las búsquedas no han arrojado resultados definitivos.

Una teoría más audaz sugiere que el Tenebrario podría estar oculto en algún espacio secreto o subterráneo de la catedral. Durante siglos, las iglesias y catedrales han tenido pasadizos secretos y compartimentos ocultos que se utilizaban para salvaguardar objetos valiosos en tiempos de conflicto o peligro. La posibilidad de que el Tenebrario se encuentre en uno de estos lugares es intrigante, pero hasta ahora no se ha encontrado evidencia concreta que respalde esta teoría.

Algunos sugieren que pudo haber sido trasladado a otro lugar de culto o incluso vendido y dispersado a lo largo de los años y realizado el actual que es de más belleza y categoría artística como corresponde a una catedral de la importancia de la hispalense.

Quizás sea sólo una leyenda –para no incurrir en animadversiones con los más radicales en materia religiosa, que los hay-. El enigma en torno al paradero del antiguo Tenebrario de la Catedral de Sevilla sigue sin resolverse. A pesar de los esfuerzos de investigadores, historiadores y expertos, esta valiosa obra de arte y símbolo religioso permanece oculta en las sombras de la catedral.

La búsqueda del Tenebrario nos invita a reflexionar sobre la importancia del patrimonio cultural y religioso, así como sobre los desafíos que enfrentamos al intentar preservarlo. La Historia y la belleza del Tenebrario nos recuerdan la riqueza y el legado de la tradición cristiana, y su desaparición nos insta a valorar y proteger los tesoros históricos que se encuentran en nuestras iglesias y catedrales.

Aunque el paradero del Tenebrario sigue siendo desconocido, su misterio perdura y continúa cautivando a aquellos que exploran la Catedral de Sevilla cabalgando, en este caso, entre la leyenda y la realidad.