El diario estadounidense The New York Times se ha hecho del debate público suscitado en torno a las voces e instituciones que reclaman que la basílica de la Macarena deje de acoger la tumba del general golpista Gonzalo Queipo de Llano, a través de un reportaje publicado este pasado lunes bajo el título El enterramiento de un líder de la Guerra Civil reabre viejas heridas en Sevilla.
El reportaje en cuestión está firmado por el periodista Raphael Minder y arranca exponiendo que “dependiendo” de a quién se pregunte, Gonzalo Queipo de Llano fue “un criminal fascista de la Guerra Civil española o un héroe nacional que salvó al catolicismo y a su país de la amenaza del comunismo”. A partir de ahí, el reportaje relata el debate público y político relacionado con la tumba del citado jefe militar, enclavada en la basílica de la Macarena.
El reportaje recuerda a “los historiadores que calculan que sobre 45.000 personas fueron asesinadas en el sur de España bajo la jurisdicción de Queipo de Llano”, así como el respaldo de este militar a la construcción de la basílica de la Macarena, la nueva Ley Andaluza de Memoria Histórica, el acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Sevilla que reclama que la basílica de la citada hermandad deje de acoger la tumba del militar y el posicionamiento del Gobierno de la Junta de Andalucía en ese mismo sentido.
Además, y entre otros muchos aspectos, el reportaje se hace eco de la postura de José Antonio Fernández Cabrero, nuevo hermano mayor de la hermandad de la Macarena, acerca de que la tumba del militar carece ya de los “símbolos fascistas” que originalmente caracterizaban la misma, toda vez que para él resulta “sorprendente que los políticos digan que necesitamos reabrir todo esto”.
Del mismo modo, la información recoge unas declaraciones en las que Fernández Cabrero hablaría de Queipo de Llano como un “protector del movimiento de la Iglesia Católica”, recogiendo de otro lado las voces de los colectivos memorialistas que insisten en la retirada de la tumba del mencionado templo.