El PSOE presenta en Sevilla de nuevo a Juan Espadas para intentar mantener la alcaldía de la única gran ciudad española gobernada por los socialistas, que logró en 2011 a pesar de tener un concejal menos que el PP gracias al respaldo de IU y de Participa Sevilla, la marca local de Podemos.
Espadas, que cumple 53 años en septiembre y fue consejero andaluz de Vivienda y senador, obtuvo en 2015 once concejales frente a los doce del PP, que en los comicios de 2011 logró una holgada mayoría absoluta al llegar a los veinte ediles con el exministro Juan Ignacio Zoido como candidato, protagonista también del bajón de votos de hace cuatro años.
El alcalde socialista, que tuvo 103.238 votos hace cuatro años, 3.000 menos que el PP en 2015 y que ahora es el favorito en las encuestas, ha gobernado en minoría y ha llegado a acuerdos con todos los partidos del Ayuntamiento: Ciudadanos (3 concejales), Participa (otros tres), IU (dos concejales) e incluso con los populares.
Espadas, un "susanista" y católico de misa cada domingo, ha aprobado tres presupuestos y cuatro ordenanzas fiscales con varias combinaciones de partidos, así como un Plan Estratégico con IU y Participa.
Por el PP se presenta en esta ocasión Beltrán Pérez, licenciado en Derecho y de 44 años, quince de ellos como concejal sevillano; mientras que por Cs lo hace Álvaro Pimentel (41 años), hermano menor del exministro Manuel Pimentel y sin experiencia política previa, igual que la candidata de Vox, la psicóloga Cristina Peláez, que se presentó en 2015 y tuvo 1.495 votos.
Participa e IU lo hacen este año conjuntamente bajo el nombre Adelante Sevilla, como hicieron ambas formaciones en las elecciones andaluzas, y la candidatura la encabeza Susana Serrano, que ya lo hizo al frente de la marca local de Podemos.
El metro, una demanda de la ciudad desde los años 70 del anterior siglo y del que solo se ha construido una línea, inaugurada en 2009, es una reclamación que este año se repite de nuevo, y en la campaña, que comenzó en plena Feria, la propuesta más sorprendente hasta ahora es la del candidato socialista: traer a Sevilla al Papa Francisco.