Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 16 jul 2017 / 23:09 h.
  • El portavoz municipal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, desde lo más alto del hotel Ribera de Triana. / Fotos: Manuel Gómez
    El portavoz municipal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Sevilla, Beltrán Pérez, desde lo más alto del hotel Ribera de Triana. / Fotos: Manuel Gómez

{Es el concejal más veterano del PP. Desde 2003. Pero, tras ser azote de Monteseirín y pasar a un segundo plano en el mandato de Zoido, Beltrán Pérez encarna la nueva generación que ganó la batalla interna en el PP sevillano. Pérez lanza respuestas cortas. Las preguntas incómodas las esquiva, como la que se hacen todos: si será el candidato del PP en las elecciones de 2019.

Prefiere centrarse en ejercer de líder de la oposición. Con el palo más grande que la zanahoria, reta al alcalde a aliarse con el PP y sus políticas, a sabiendas de que Espadas ya le ha dicho que su predilección es, pese a las diferencias actuales, la izquierda.

Dijo al llegar a la Portavocía que imprimiría un cambio de ritmo, ¿lo ha conseguido?

—La nueva presidenta del PP, Virginia Pérez, nos encomendó cambiar, con una oposición visible y contundente, presente en todas las calles y barrios. Los cambios en política siempre son lentos, pero se van notando.

—Hace días ofreció la llave de la «estabilidad» con un decálogo de propuestas, ¿cree que prosperarán? Espadas ya le trasladó sus preferencias.

—Confío en que prosperen. Si se aplica el programa del PP en los dos años de gobierno, Sevilla irá a mejor. El alcalde planteó en el debate sobre el estado de la ciudad que quería contar con los votos del PP aplicando los programas de IU y Participa. Si quiere los votos del PP será a cambio de aplicar nuestro programa.

El PSOE insiste en que el PP ha estado ausente del debate.

—Espadas ha tenido una actitud poco responsable al obviar a quien ganó las elecciones. Fue un error estratégico con el que demuestra que no es persona de consenso. Tras arrebatarnos la Alcaldía con dos grupos minoritarios, las vísceras invitan a que ahora, donde hay una situación de bloqueo por Podemos e IU, dejemos la ciudad parada. Pero nuestra responsabilidad está por encima de cómo nos ha arrinconado el alcalde.

—¿No cree que el PP se ha autoarrinconado con dos años de vaivenes: la marcha de Zoido, los líos internos,...?

—El PP es un partido previsible y estable. Esté quien esté al frente, siempre habrá predisposición al acuerdo. Que nos hayan arrinconado no ha sido consecuencia del debate interno. Es más, ha fortalecido a un partido que buscaba construir el camino del éxito. El ascenso de Virginia Pérez permitirá un nuevo estilo de hacer política y la llegada de una nueva generación que lleve a la capital y la provincia a resultados de gobierno.

Cuando habla de llegar al gobierno, falta saber el candidato. ¿Cuál sería el perfil? ¿De nueva generación?

—Esa generación quiere participar en el diseño del futuro de Sevilla. Eso no quiere decir que los que encarnan esa generación sean los idóneos para encabezar el proyecto... ni todo lo contrario. El candidato o candidata que encabece la lista del PP en Sevilla debe garantizar los mejores resultados. El partido tiene sus instrumentos de designación.

Iré más directo, ¿le seduce la idea, como apuntan los corrillos, de ser candidato?

—Aspiro a que se hable del PP como un grupo a la altura de las circunstancias, liderando la oposición y construyendo una alternativa de gobierno. Lo importante es que los vecinos sepan que este grupo es también útil a sus intereses. Todo lo demás sólo conduce a entretenernos.

—Espadas pidió al PP que no embarre la vida política.

—Cuando un alcalde, a los 15 días de haber nacido un nuevo proyecto, lo ataca de manera directa es porque teme que ese grupo le acabe arrebatando la Alcaldía en 2019. Pero seguiremos con esta actitud de denuncia pública.

De vuelta a su decálogo, ¿no cree que hay medidas trampas que pone al alcalde en un aprieto? Ahí está su rebaja fiscal, cuando sus socios naturales piden todo lo contrario.

—Si ve una trampa en bajarle los impuestos a los sevillanos o exigir la actualización de la Patrica no es un buen alcalde. Su problema es que su falta de liderazgo le lleva a no exigir ante la Junta y su falta de criterio le hace no decir si quiere impuestos altos o bajos. Ser alcalde no es dejar pasar los días viendo con quien construye la mayoría sin sacar ningún gran proyecto.

¿Qué grandes proyectos podrían prosperar de la mano del PP? ¿Gavidia? ¿Altadis?

—Espadas no se prestó al consenso en cuatro años. Ahora tiene en frente un grupo que no le pagará con la misma moneda. El otro día hablé de la Gavidia porque el gobierno local nos pidió colaboración y el PP se la ofreció. Tras tantos años escuchando los mismos problemas con Gavidia, Artillería, Altadis o Tablada, en Sevilla nada se mueve y el PP está dispuesto a dar oportunidades a problemas históricos.

El anterior gobierno tenía 20 concejales y sí se podía mover como pez en el agua.

—La verdadera falta de responsabilidad de Espadas en la oposición fue que, como no tenía mayoría de bloqueo en el Ayuntamiento, lo hizo desde la Junta. Aprovechó sus conexiones directas con la presidenta, Susana Díaz, para bloquear cualquier papel que se moviera en Sevilla. No había un informe que no encontrara un contrainforme de la Junta. Ahora sorprende que haya iniciativas que se llevan a cabo con el silencio de la Junta, pero no para desbloquear los eternos problemas.

—¿Está acusando de boicot a Espadas? El PP se quejaba de la deuda de Monteseirín.

—No es una sensación. Espadas se ayudó de la junta la Junta para dilatar y bloquear proyectos de la ciudad. Lo afirmo con rotundidad. El modelo de Espadas ha sido bloqueador en la oposición y de sumisión en el gobierno.

¿Por qué en su decálogo no aparece el esperado Metro?

—El decálogo buscaba trazar medidas viables desde una actitud municipal. Todas pertenecen al Ayuntamiento salvo la de actualizar la Patrica. Pero hay otros temas como el Metro, Fábrica de Artillería o dotaciones sociales. Ahí el PP ofrecerá una visión crítica.

¿Está por un Metro por tramos y no, como hasta ahora, exigiendo la red completa?

—Hemos llegado a un punto de retraso que lo importante es que haya una red de Metro, sea de la forma que sea.

¿Cuál cree que es la prioridad actual de Sevilla?

—Sevilla tiene sobre todo tres asignaturas pendientes. Una es la emergencia social de los barrios, con tres entre los más pobres de España. Otra es el desaprovechamiento del patrimonio histórico de la ciudad. Y el tercero es la pérdida de inversiones y grandes proyectos por falta de liderazgo.

El área social es de las banderas del PSOE, con planes en Tres Barrios o Torreblanca.

—¿Esos barrios están mejor que hace dos años? Los estudios revelan que son los barrios con más tasa de exclusión de España. La acción social de Espadas no funciona.

¿Cómo actuaría usted?

—Quien diga que puede solucionarlo en poco tiempo le miente a los ciudadanos. Pero si se hace una política social mirando a la cara a las personas que allí viven, dejando a un lado condicionamientos técnicos que deshumanizan la atención social se puede llegar a buen puerto.

—Si gobierna, ¿sería como el de la Sevilla limpia al estilo de Soledad Becerril?

—El modelo Soledad Becerril es el mismo que el de Zoido, que pasaba por actuar con contundencia y eficacia sobre la suciedad en las calles. Sevilla estaba más limpia con Zoido que con Espadas.

¿Se puede llegar a un término medio entre restringir veladores y el aumento exponencial que hubo con Zoido?

—Apostamos por un modelo equilibrado, que conserve las esencias de la ciudad. Sevilla es una ciudad tradicional y el día que no lo sea dejará de ser atractiva para los vecinos. Defendemos el empleo que generan los veladores, así como una ciudad habitable para los sevillanos. Sevilla no puede ser una ciudad de franquicias.

Habla de generar riqueza, pero sorprende que hable de planes de empleo cuando Zoido no apostó por ello. ¿A qué se debe ese cambio?

—La época de gobierno del PP supuso la desaparición de las políticas activas empleo de la Junta en la ciudad. La Junta abandonó a los parados sevillanos a su suerte. Los planes que vinieron se desarrollaron como se pudo y eran de empleo temporal. No ha habido ni un recurso para el empleo que el PP pudiese aplicar que no se haya aplicado. El gobierno local nos acusa de cerrar la escuela de hostelería de Torreblanca, cuando era financiado por la Junta y desapareció por su culpa. ~