El alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), ha informado este lunes de que prevé proponer a las fuerzas de oposición; el PP, Ciudadanos, Participa e IU, un “acuerdo global” para las ordenanzas fiscales y los presupuestos municipales de 2019, al objeto de que más allá de la “confrontación política” asociada a las elecciones municipales a celebrar dicho año, la ciudad siga profundizando en la “reducción fiscal” y cuente con inversiones gracias a un “acuerdo de mínimos” entre las diferentes fuerzas.
En declaraciones a los medios de comunicación, Juan Espadas ha recordado que el curso político que ahora arranca supone además “el último periodo del mandato” municipal, pues para la primavera de 2019 están previstas las próximas elecciones municipales.
En ese sentido, y en un contexto en el que el Ayuntamiento hispalense ha aprobado todos sus presupuestos correspondientes a este mandato de manera tardía al gobernar el PSOE en clara minoría y mediar dificultades para alcanzar acuerdos al respecto, Espadas ha señalado la necesidad de “evitar” que las elecciones municipales impliquen tener “un año parado” el Consistorio y que el mismo se dedique “sólo al debate electoral”.
Por eso, ha anunciado que en torno al 15 de septiembre prevé presentar ya su propuesta de ordenanzas fiscales para 2019 y a finales de mes o comienzos de octubre espera contar con un proyecto presupuestario “de continuidad” para el año que viene, con aspectos “de mínimos para que todos los grupos se sientan razonablemente cómodos”, en un intento de alcanzar “un acuerdo global” con las fuerzas de oposición tanto en materia fiscal como presupuestaria.
Gracias a dicho acuerdo, según Espadas, la ciudad contaría con “estabilidad” en materia de gestión e inversiones, más allá de la contienda política asociada a las elecciones municipales. “Hay que dejar las necesidades de los ciudadanos fuera de la campaña electoral”, ha enfatizado el alcalde, manifestando su deseo de alcanzar un “acuerdo global” con la oposición para las nuevas ordenanzas fiscales y los presupuestos, para que las inversiones municipales y la profundización en la “reducción fiscal” queden “al margen de la campaña electoral” una vez ambos aspectos fuesen aprobados antes de acabar el actual ejercicio.