Facua-Consumidores en Acción ha reclamado a la promotora de los conciertos de Manuel Carrasco en Sevilla la devolución del dinero de las entradas que pagaron, tras las quejas presentadas a esta asociación por haberlas adquiridos como “visibilidad buena” pero encontrase, ya en el estado, con que les tapa el escenario una torre de sonido e iluminación.
Según han informado fuentes de Facua, se trata de denuncias que se han presentado tras llegar al estadio de La Cartuja las personas que las compraron al precio de 60,50 euros, y ser ubicadas en uno de los goles del recinto deportivo, comprobando que les era imposible ver el escenario al tener delante una torre de grandes dimensiones.
Así, desde donde estaban sentadas solo podían ver las pantallas gigantes situadas a los lados del escenario, debido a las grandes proporciones de la estructura metálica que sujetaba iluminación y los altavoces.
Reclamación a la promotora
Facua se ha dirigido a la promotora y a la organizadora del espectáculo, dos empresas que comparten sede social en Córdoba; Kabuki Music y Riff Producciones respectivamente, para reclamar la devolución del precio de las entradas, que en uno de los casos ascienden a 242, ya que una de las personas que ha reclamado compro cuatro y con todas tenía el mismo problema.
La organización ha recalcado que en las entradas de estas espectadoras se indicaba claramente que la visibilidad iba a ser buena, lo que no corresponde con las fotos que han añadido a sus denuncias.
Pero cita además más presuntas irregularidades que se han podido cometer en estos conciertos, concretamente en el primero, que se celebró a pesar de la lluvia que caía sobre la ciudad, y que hizo que muchas de las cuestiones técnicas del evento no funcionasen.
“Los que quisieron comprar un refresco se encontraron con precios de hasta seis euros por el botellín. Y eso siempre que se lo quisieran beber caliente, porque el vaso con hielo lo cobraban aparte, un euro y medio más”.
En el caso de la cerveza, también seis euros, “pero en ese caso el vaso era obligatorio porque solo la servían de tirador”