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Actualizado: 21 mar 2015 / 13:37 h.
  • Ikea, que tiene una tienda en Castilleja de la Cuesta, no podrá abrir la segunda al menos hasta 2018. / J.M. Cabrera
    Ikea, que tiene una tienda en Castilleja de la Cuesta, no podrá abrir la segunda al menos hasta 2018. / J.M. Cabrera

Ikea está poniendo en marcha en todo el mundo un nuevo concepto de tienda, no tan grande como las tradicionales, pero esto no afectará a su proyecto en Sevilla junto al aeropuerto, donde prevé abrir un gran centro comercial similar al de Jerez. Y tampoco le afectará que los accesos a esos suelos de San Nicolás Oeste no vayan a estar abiertos hasta, como poco, 2018.

Aún no se han cansado de esperar, y eso que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, anunció hace ya tres años que la firma de muebles y decoración podría abrir su segunda tienda en la provincia –tras la de Castilleja de la Cuesta– en 2015 como plazo más optimista o en 2016 como el más realista. Eso decía el Ayuntamiento cuando el proyecto de la SE-35 aún se veía realizable.

Con todo, por ahora, Ikea asegura que «el proyecto de Sevilla es el que es». «No hubo ningún cambio», reiteró ayer un portavoz de la multinacional sueca a este periódico.

La intención de la compañía es seguir con los formatos tradicionales «para los mercados que lo exijan» y, por otro lado, no presionar por el tema de los retrasos. «Somos respetuosos con los procedimientos previos. Somos inversores y respondemos por nuestro proyecto, el resto no nos ataña», inciden. Es decir, son un inquilino más de un gran suelo que se prevé desarrollar en la ciudad, si bien, por ahora, es el único y, por ende, el más importante novio que tiene ese terreno.

La multinacional apunta que mantienen el proyecto, «sin cambios», aunque también reitera, como en otras ocasiones, que los plazos son «muy importantes». «Las inversiones no se pueden parar por mucho tiempo porque somos un grupo mundial, con muchos puntos de expansión. Competimos con muchos países, pero no queremos añadir ningún tipo de presión», subrayaron estas fuentes, que no quisieron valorar el anuncio de la ministra de Fomento, Ana Pastor, sobre el nuevo enlace a través de la SE-20, para el que el Gobierno central prometió 13 millones de euros. Una obra que tardará un año en tramitarse y que durará otros dos más, por lo que la nueva tienda de Ikea no podría abrir hasta 2018, en el mejor de los casos, y siempre que se levante al mismo tiempo que se hacen las carreteras.

Lo cierto es que Ikea está optando en otros sitios por otro modelo de negocio. «Trabajamos en una estrategia multicanal, de grupo, no sólo en España, que se sumará a los formatos tradicionales de centros comerciales y tiendas. En los próximos años se irá definiendo, pero ya estamos dando los primeros pasos», indicaron desde la compañía.

De hecho, están a punto de inaugurar en Pamplona «un punto de entrega» que permitirá comprar por internet, enviar el pedido y, cuando Ikea avise, recogerlo y pagarlo. En un segundo paso, en esas tiendas habrá muebles expuestos y, allí mismo, en ordenadores, el cliente podrá hacer pedidos. La última fase incluirá productos «complementos» para comprar y llevar.

Asimismo, desde Ikea apuntan que ya han abierto tiendas urbanas (en el centro de la ciudad y más pequeñas), como en Hamburgo, un modelo que no descartan para España. Y, por último, insisten en que el comercio electrónico será «clave», si bien hasta dentro de dos años no estará operativo en España.