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Actualizado: 03 ene 2018 / 22:17 h.
  • La Cabalgata saldrá el día 5 a su hora «con y sin lluvia»
    Los principales integrantes del cortejo de la Cabalgata de 2018 posan junto con los responsables del Ateneo de Sevilla y el delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera. / Jesús Barrera
  • La Cabalgata saldrá el día 5 a su hora «con y sin lluvia»
    Melchor, Baltasar y Gaspar posan con el rosco de Reyes. / Jesús Barrera

El día 5 a las 16.30 horas. Es el día y la hora fijados para el inicio de la Cabalgata de los Reyes Magos y se mantendrán a toda costa, a juzgar por las declaraciones de los máximos responsables, empezando por el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, quien soltó un contundente «con lluvia y sin lluvia salimos», al que agregó: «A nosotros no nos va a parar nadie porque no es posible parar la ilusión que queremos volcar sobre los niños y niñas de la ciudad».


El concejal afirmó «no ser partidario de cambiar tampoco el itinerario porque es abierto y conocido por todos, y un giro inesperado puede hacer que nos desenvolvamos con más inseguridad», esgrimó Cabrera.

Reforzaron su postura el director de la Cabalgata, Manuel Sainz, y el responsable de seguridad del cortejo en la calle, Pedro Lissén. El primero aseveró que «los Reyes Magos vienen el 5 de enero, con niebla, con lluvia o como sea». Sainz recordó las ediciones de 2003, «cuando se salió lloviendo», y 1996, «año en que salimos de la Cartuja con una lluvia incesante», y avisó de que por si lloviera «el Ateneo tiene una serie de chubasqueros y seguro que ningún niño se va a querer bajar de su carroza».

Lissén fue igual de claro: «En 100 años de Cabalgata no se ha suspendido ninguna», declaró antes de matizar que «en todo caso se podría adelantar o retrasar un poco el cortejo, o acelerar el paso, pero nunca cambiar el itinerario, el día o la hora» porque «los Reyes tienen que venir».

Tales afirmaciones se vertieron durante el tradicional desayuno previo con los Reyes Magos en el restaurante La Raza, cuyo director, Pedro Sánchez-Cuerda, ofició de anfitrión para la delegación del Ateneo de Sevilla encabezada por su presidente, Alberto Máximo Pérez Calero. Este también aludió a la climatología: «El tiempo podría ser mejor, pero lo aceptamos con toda naturalidad. Contamos con un equipo magnífico y el Ayuntamiento aporta toda su sapiencia y los medios necesarios para que todo salga bien», añadió.

En cuanto a datos, Sainz avanzó que el cortejo estará compuesto por unas 3.000 personas (unos mil niños, 800 beduinos, 350 voluntarios, 18 caballistas, siete bandas de música...) y tendrá una extensión de un kilómetro y medio, con un tiempo de paso de unos 45 minutos. Si el año pasado, por el centenario, se estrenaron una veintena de carrozas, «este año, siguiendo la puesta a punto, se han hecho 13». De las que se lanzarán «entre 120.000 y 130.000 kilos de caramelos», como cada año «cada vez más de los blanditos y menos de los duros» para colaborar con Lipasam. No todo serán caramelos, habrá otra suerte de golosinas «y alguna sorpresa» venida del trono de Baltasar.

Los Reyes, «privilegiados»

Este será encarnado por Rafael González-Serna, que se siente «el niño mimado de la ciudad» y que sólo pide «a Dios y a la Virgen de la Esperanza que todo vaya bien, la lluvia no es problema. Vamos a dar la talla y a Sevilla lo que se merece», agregó.

Antes que él habló Paco Salas, que será Gaspar, que también aludió al tiempo: «Lo único que deseo es que no llueva, y si llueve tiene que salir la Cabalgata porque yo tengo que tirar caramelos e ilusión a los niños».

Melchor será encarnado por Vicente Granados, que ya se emocionó el martes al abrir una carta de una niña, por su «inocencia e ilusión». «El equipo que hay detrás de la Cabalgata es espectacular y me encanta formar parte de ello», afirmó orgulloso.