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Actualizado: 24 jul 2017 / 22:53 h.
  • La caña perfecta se tira en Triana
    Lorena Cabeza, una de las dos mujeres participantes, tras tirar la cerveza y presentarla al jurado. / Jesús Barrera

El arte de servir la caña perfecta volvió a darse cita esta mañana en Triana. La plaza del Altozano fue testigo del concurso de tiradores de cerveza, un evento que alcanzó su 29ª edición y que, organizado por la Fundación Cruzcampo, reúne todos los años a trabajadores del sector de la hostelería de toda Sevilla en la Velá de Santa Ana para demostrar sus habilidades a la hora de tirar la cerveza. El vaso debidamente mojado y refrescado, la inclinación de 45 grados y los dos centímetros de espuma son detalles que hacen de Cruzcampo una cerveza particular.

En esta ocasión, el joven Paco Ortiz, del bar El Cateto de la calle Sinaí, se alzó con el primer premio de este tradicional concurso y se llevó consigo la replica del templete de la Cruz del Campo, símbolo de la sevillana marca cervecera. Ortiz declaró sentirse «feliz y emocionado», pues es la primera vez que participa en este concurso. A sus 19 años –cuatro de ellos trabajando en la hostelería–, el ganador tiene pensado volver a participar en ediciones venideras, «a ver cuántos más me puedo llevar». Ortiz, que declaró emocionado que «no sé ni cómo lo he hecho», desveló su secreto tras recibir el premio: «tener el vaso a la mitad, bien mojado y subirlo cuando la cerveza llegue a la palabra Cruzcampo». También tuvo palabras de agradecimiento para su mentor, David Iglesias, ganador de la edición anterior y que animó al joven a participar.

El jurado tuvo a bien conceder el segundo premio –una réplica del Puente de Triana– a Ángel Díaz, que participó en representación de la Taberna de Juan. Díaz no ha faltado a una sola edición de este concurso y ha llegado a ganarlo en siete ocasiones. El tercer premio –una réplica del templete de la Cruz del Campo de menor tamaño– recayó sobre Álvaro Carmona, procedente del bar Casildo, de Bellavista.

La mayoría de participantes coincidieron en revelar cuál es el truco para servir la caña perfecta. Jesús Díaz, de la cervecería La Fundición, explicó que es muy importante «la limpieza en los vasos, los 45 grados de inclinación y mantener una temperatura de menos dos grados». En este sentido se expresó Lorena Cabeza, que afirmó que, además de la técnica y la destreza, es necesario «una buena cerveza. Cruzcampo, por supuesto». Ante todo, «hay que saber tirarla con cariño», apostilló Díaz.

El responsable de eventos de Heineken, José Antonio Esquinas, explicó que este concurso busca mostrar al público «cómo los tiradores de Sevilla y Triana sirven la caña perfecta» y «cómo se puede disfrutar tirando cerveza». Para Esquinas, «lo principal» en este concurso es el oficio, porque «después lo que se valora es la destreza». Destreza que, aunque se desarrolla y mejora con los años, se puede adquirir en la escuela de hostelería Gambrinus, de la Fundación Cruzcampo. Según José Antonio Esquinas, esta escuela es «el buque insignia» de la marca cervecera para «preparar a la gente joven».

Los encargados de valorar a los aspirantes –25 participantes en esta edición– tuvieron que evaluar la limpieza, la técnica y la presentación de la caña al cliente. La prueba consistió en tirar tres cañas, la primera era de prueba, mientras que las dos siguientes –a grifo abierto– ya eran evaluables. El gerente de la escuela de hostelería de la Fundación Cruzcampo, Juan Ramón Cortés, uno de sus profesores, Javier Soriano, y la coordinadora de Refrival en Sevilla, Cristina Sánchez, actuaron de jueces durante el concurso.

LA MUJER EN EL CONCURSO

Aún son pocas las mujeres que se animan a participar en este concurso cervecero. De los 25 participantes de este año, solo dos eran mujeres. No obstante, la organización destacó que cada vez son más las mujeres que se dedican al sector de la hostelería. Una de las concursantes, Lorena Cabeza, de la cervecería Tu Cerveza –en la avenida de Llanes–, explicó que el secreto es que «los vasos estén muy limpios y bien fresquitos, para que no te salga demasiada espuma». A pesar de no haber ganado, se mostró satisfecha con su actuación en el concurso, ya que su objetivo fundamental era dar a conocer el bar.