El suceso tuvo lugar en la madrugada del pasado viernes 28 de febrero, cuando un patrullero de la Policía Local fue adelantado por un coche que circulaba a gran velocidad por una vía urbana.
Los agentes iniciaron una persecución digna de ‘Hollywood’, para tratar de detener el vehículo, que había rebasado un semáforo en rojo y circulaba en dirección contraria por la calle Roque Hernández.
El hombre, de 34 años, finalmente fue obligado a detener el vehículo cuando el segundo patrullero le cortó el paso a la salida de una calle. Fue entonces cuando los agentes descubrieron que el conductor triplicaba la tasa de alcoholemia permitida.