La madre de la niña de siete años con autismo que denunció el pasado junio a cuatro maestras del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) 'Cervantes', ubicado en Dos Hermanas (Sevilla), por burlarse de su hija, ha declarado este lunes ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad como investigada por presunto acoso, coacciones y delitos contra la libertad tras la denuncia impuesta por las docentes.
Esta denuncia fue interpuesta a raíz de que el pasado mes de septiembre esta mujer publicara en su perfil de Facebook una crítica al volver una de ellas "a dar clases en un colegio de Mairena del Alcor de profesora de Educación Especial".
En declaraciones a Europa Press, su abogado, Javier Jaenes, ha precisado que la madre de la menor ha reconocido que realizó esa publicación en esa red social al considerar que la Junta "ha incumplido su promesa".
De hecho, en la misma lamentó frases "copiadas literalmente de entrevistas, artículos y noticias" y que "son dichas por cargos importantes" de la Consejería de Educación como: "En el caso de que quisieran retomar su actividad antes de que se resolviera el proceso penal, se pedirán medidas cautelares para que no puedan incorporarse"; "Se trata de profesionales que no queremos en el sistema"; "No vamos a conseguir que vuelvan a la docencia"; "se tomarán las medidas que correspondan a tenor de lo que ha podido ocurrir, que todo hace indicar ha sido lamentable".
Al respecto, la madre cree que "la Junta ha incumplido su promesa", motivo por el que realizó esta publicación, por la que ahora el juez la está investigando por presunto acoso, coacciones y delitos contra la libertad y la intimidad tras la denuncia impuesta por las docentes.
El pasado mes de junio los padres de esta niña interpusieron una denuncia contra estas docentes en la que se recoge que la pequeña que, además de TEA, sufre un trastorno específico del lenguaje (TEL) y epilepsia general, tuvo dos ataques epilépticos en un breve espacio de tiempo mostrando un "comportamiento anormal" y excesivamente "nervioso" desarrollando "conductas autolesivas desconocidas hasta la fecha", las cuales se acentuaban "cuando tenía que acudir al colegio", mostrando "miedo y un rechazo frontal" a asistir al centro escolar desapareciendo esta conducta "en fines de semana".
Ante esta circunstancia, tal y como continúa la querella, los padres deciden consultar la situación de la menor con profesionales médicos quienes concluyen sobre la incidencia del "estrés" como causa de dichos ataques, llegando incluso a recomendar "el cambio de centro de la menor" ante la certeza de que la menor estaba sufriendo algún tipo de situación anormal "que incide directamente en su propia salud".
De esta manera, los padres decidieron reunirse con las profesoras quienes "negaron la mayor" y tras exhibirles los informes médicos donde se apunta a la situación de estrés de la menor como principal o posible causa de los ataques epilépticos, "las propias profesoras dicen no observar absolutamente ningún comportamiento extraño".
Por ello, la querella añade que los padres deciden instalar una grabadora en la mochila de la pequeña ante los "fundados temores" de que en el centro público al que acudía la menor "se pudiera estar produciendo alguna situación irregular".