Tras años de espera, la Policía de barrio se estrenará este verano, con 560 agentes, es decir, la mitad del total de la plantilla, destinados a patrullar las calles de Sevilla. Esa realidad se plasmará una vez que se apruebe la nueva relación de puestos de trabajo (RPT) de la Policía Local, que incorporará a los barrios 138 puestos que antes estaban asignados a tareas administrativas. O sea, un salto de los despachos a la calle que se aprobará, según los plazos lanzados ayer por el alcalde, Juan Espadas, antes del próximo 31 de julio.
El cambio de modelo vendrá precedido de una prueba de fuego en uno de las zonas «con más déficit», según admitió el propio alcalde. Espadas se comprometió con los vecinos de Torreblanca a que se dotaría de más agentes para poner freno a la inseguridad que históricamente sufre el barrio. E incluso fijaron el 30 de junio como fecha límite para su cumplimiento. Así será, con un refuerzo policial que se activará la próxima semana. Y, aunque no esté vigente la nueve RPT, siempre se puede «distribuir los efectivos para que se visualice en el territorio».
El distrito policial al que pertenece Torreblanca –donde se engloba también Sevilla Este, Parque Alcosa y todo el distrito Cerro Amate– suplirá el «déficit que tenía respecto a otros distritos» al incorporar 40 agentes, con lo que la estructura pasaría de 93 a 139 policías. Ante ese trasvase, incidió en que existía «una necesitad de reequilibrar el distrito, que tenía un déficit» con respecto a otros barrios de la ciudad. Pero de igual forma aclaró que responde una «mejor distribución territorial». «No es poner a un policía porque deja más tranquilo a los vecinos», puntualizó Espadas, que insistió en que «ya está diseñado el dispositivo».
La nueva policía de barrio tendrá, aseguró, un «mejor modelo de gestión», ya que «irá de abajo a arriba», en coordinación con el distrito. «Esa policía de proximidad debe identificar su forma de trabajar con la sensibilidad de los problemas que tiene el distrito, algo revolucionario respecto a su funcionamiento habitual», manifestó. Tanta prioridad le otorgó a este nuevo dispositivo que avanzó que los 50 nuevas plazas que se han ofertado de la Policía Local pasarán directamente a patrullar en las calles de los barrios de Sevilla.
De esta manera, se daría cumplimiento a una demanda histórica de las asociaciones vecinales de Sevilla, que llevaban dos décadas reclamando la llamada Policía de proximidad o de barrio, que estuviera cerca para conocer de primera mano los problemas de los vecinos. De hecho, constan documentos de queja en el registro del Ayuntamiento que datan de 1997. Sin embargo, fue una ola de robos en diciembre lo que hizo a las autoridades mover ficha. «Se aprobó crear una experiencia piloto de estos agentes de cercanía para antes del 30 de junio. Luego se extendería hacia otras zonas con necesidades similares», detallaron en su día miembros de la plataforma Torreblanca Unida, que empiezan a ver cumplidas, tras meses de espera, sus demandas.
Antes, el propio Ayuntamiento habilitó un germen de policía de proximidad en el Polígono Sur. En concreto, habilitaron una sala en el centro cívico El Esqueleto para atender las necesidades de los vecinos. Sin embargo, desde que se puso en marcha, allá por febrero de 2016, nada más se ha sabido de su trabajo ni de un balance para saber si ha cumplido las expectativas creadas.