La música cura, y el flamenco no es una excepción. Esta mañana, el Servicio de Emergencias de Sevilla alertaba de un hombre de 86 años al que habían encontrado vagando sin rumbo por la Avenida Carlos III, que había desaparecido en Tomares.
Desorientado, admitió a la Policía Local no recordar su domicilio, ante lo que dos agentes decidieron acompañarle al Distrito Triana hasta que, finalmente, consiguieron dar con el hijo del desaparecido.
Durante la espera, ambos policías y una guitarra fueron la mejor terapia para pasar el trance en el que se encontraba: un concierto particular de flamenco, estilo de música que el desaparecido había confesado adorar, y que le sacó una sonrisa que mantuvo hasta que por fin pudo reunirse con su hijo y volver a casa de nuevo.