Ante el preocupante incremento de los casos de violencia que se producen entre los jóvenes, la Universidad Pablo de Olavide celebrará el curso ‘Violencia en la adolescencia: filioparental, de género y acoso escolar’ que, dirigido por Cosette Franco Muñoz, socia fundadora del Método Mentoris, tendrá lugar entre los días 24 y 28 de junio en la sede de Olavide en Carmona-Rectora Rosario Valpuesta dentro de la XVII edición de los Cursos de Verano de la UPO.
Cosette Franco expone que la educación ha ido convirtiéndose en un espectáculo, más que en un proceso, que implica a la familia en particular y a la sociedad en general. “Muchas familias, normalmente en silencio, padecen problemáticas diversas con el denominador común de tener hijos e hijas preadolescentes, adolescentes y jóvenes con problemas para canalizar sus emociones”.
Jóvenes cada vez más dependientes de las nuevas tecnologías, víctimas de acoso escolar, que no pueden alcanzar patrones estéticos de una sociedad cada vez más exigente y un largo etcétera de situaciones que se traducen en “falta de atención, falta de vocación o desinterés, irritabilidad, baja autoestima, aislamiento y carencia de grupos de amistades, incluso, en muchos casos, derivando en distintos modelos de violencia filioparental, intrafamiliar, de género y doméstica”.
Por citar algunos datos, Cosette expone que la violencia filioparental registra anualmente unos datos que “aumentan de manera vertiginosa”, hasta llegar a las 5.000 denuncias anuales ante la Fiscalía, lo que supone una media de 96 denuncias cada semana por este motivo. No obstante, “ni las cifras más altas reflejan realmente la cruda realidad a la que están sometidas estas familias, ya que sólo son la punta del iceberg. Dicho de otro modo: el factor emocional –lo que supone para el amor de unos padres denunciar a su propio hijo- juega un peligroso papel que limita la visibilidad de este problema social”, subraya.
Para solucionar estos problemas, esta pedagoga y antropóloga social señala “el poder transformador de la educación”, y apuesta porque ésta “deje de ser patrimonio exclusivo de la escuela para tomar los distintos ámbitos de la vida: individual, familiar, social, profesional y comunitario”.