«A 50 metros de viviendas, a cuatro metros de un Burger King, a 20 de un centro de discapacitados, a cien de una guardería... Éste no es el lugar apropiado para un tanatorio». Esto es lo que opinan los vecinos de la calle Ada del que pretende ser el tercer tanatorio de Sevilla. Por eso se han reunido con el alcalde, Juan Espadas, a quien no le arrancaron un compromiso para frenar el proyecto.
Lo que sí les dijo el alcalde, acompañado por el gerente y el director técnico de la Gerencia de Urbanismo, es que les proporcionará lo antes posible el expediente para que puedan recurrirlo. El contencioso-administrativo es la única vía para parar un proyecto «que se ajusta a la normativa» porque está en suelo privado y no tiene crematorio ni cafetería, según fuentes municipales. «Es un acto reglado», insisten.
El pasado 27 de agosto la Gerencia de Urbanismo concedió la licencia de obra e instalación a la empresa de servicios funerarios Fuascen, que pretende abrir este mismo mes diez tanatosalas en lo que antes fue un concesionario de coches y, más tarde, un gimnasio –Central Sport Club– en el cruce entre la avenida de Montesierra y Padre José María Javierre.
El edificio de cristal permanece aún en obras, si bien no se ve el interior, según explica el portavoz de los vecinos, Rafael Baena, que advierte de que el caos de tráfico que ya impera en la zona, frente al centro comercial Los Arcos, se intensificará si finalmente se permite la apertura de este tanatorio.
«La actividad es molesta porque requiere muchos aparatos de refrigeración y un funcionamiento las 24 horas que conlleva mucho tráfico. En cambio, el proyecto sólo recoge 16 garajes para las diez salas y todos sabemos cuántas personas asisten a un entierro», critica. Según los vecinos, que ya anuncian que estudiarán el expediente para recurrirlo, la legislación sanitaria mortuoria apunta a que los tanatorios deben estar apartados de las viviendas. «Es obligatorio que estén junto a los cementerios», subraya Baena tras explicar que el suelo tiene una calificación de Industrial Abierta, por lo que sí tiene cabida ese uso. Sin embargo, insiste en que «Urbanismo no puede ver sólo este aspecto porque está en una zona del polígono industrial –Carretera Amarilla– que linda con viviendas y establecimientos de restauración». A su juicio, hay antecedentes judiciales que les dan la razón.
El propio Defensor del Pueblo Andaluz pidió en 2010 que se esclareciera la normativa para que fuese obligatorio que los tanatorios estén junto a los cementerios.
«Es un negocio lucrativo y seguro, así que este caso puede dar vía libre a que abran más tanatorios por toda la ciudad, estén donde estén», lamentó el portavoz vecinal. «Las autoridades –sentenció– deben frenarlo».
No es la primera vez que en la ciudad hay un polémica por la apertura de un nuevo tanatorio. Con Juan Ignacio Zoido (PP) de alcalde, los vecinos de San Jerónimo tumbaron otra iniciativa. Eso sí, en ese caso el suelo era propiedad municipal, al igual que el proyecto frustrado en Espartinas.
El proyecto de Fuascen, en 1.650 metros cuadrados, prevé una inversión que superará los tres millones de euros. En sus instalaciones está previsto que trabajen una veintena de personas (servicios funerarios, seguridad y limpieza).