Alternativas laborales para las prostitutas que quieran dejarlo, medidas para garantizar la seguridad o un acuerdo entre el Ayuntamiento y los clubes de alterne para que las entidades sociales puedan entrar en ellos. Estas son algunas de las propuestas que el Colectivo Prostitutas de Sevilla exige al Ayuntamiento de Sevilla.
El próximo sábado, con motivo del día de las trabajadoras sexuales, la asociación organiza una jornada divulgativa sobre la prostitución. Bajo el lema Las putas no piden paso, piden permiso, y con el objetivo de desmontar los prejuicios que giran en torno al trabajo sexual, se realizarán charlas y debates en los que las propias prostitutas tendrán la palabra para narrar desde primera persona la realidad sobre el trabajo sexual. Las actividades se desarrollarán desde primera hora de la mañana hasta las ocho de la tarde en los espacios Lanónina y el Palacio de los Marqueses de La Algaba.
María José Barrera, exprostituta y cofundadora del Colectivo de Prostitutas de Sevilla, y Ariadna Riley, prostituta y cofundadora de la asociación, califican de extrema estigmatización la situación de las prostitutas sevillanas. «Cada vez más prostitutas alzamos nuestras voces», recalcó Riley. Ambas reclaman al Ayuntamiento hispalense la participación de las prostitutas en las mesas y las políticas sobre el trabajo sexual. «No se puede discutir del tema sin nosotras», manifestó Barrera.
El Colectivo de Prostitutas de Sevilla califica como desastroso el Plan de Acción Integral promovido por el Ayuntamiento para trabajar por la erradicación de la trata, la prostitución y otras formas de explotación sexual. Las cofundadoras de la asociación resaltan que las medidas llevadas a cabo solo provocan el desplazamiento de las prostitutas a lugares más inseguros como pisos, en los que las condiciones tanto sanitarias no se cumple y la accesibilidad para las asociaciones sociales es más difícil: «No entendemos como si este Ayuntamiento se declara abolicionista siga adjudicando licencia a los clubes de alterne sin ningún control». La trabajadora sexual Ariadna Riley pone en relieve las condiciones de las prostitutas dentro de los clubes de alterne. Muchas mujeres durmiendo en una misma situación, sin control alimenticio ni sanitario, así describe Riley la situación de algunos de estos clubes.
La prostitución en España no es ilegal, pero sus derechos no están reconocidos. Por este motivo las prostitutas de Sevilla a través del colectivo exigen sus derechos laborales, como la asistencia sanitaria. Las trabajadoras recalcan que la problemática y el estigma alrededor de la prostitución no se erradica con la difusión de carteles publicitarios, el reparto de preservativos o las campañas llevadas a cabo por el Ayuntamiento. «Cada vez es más difícil que en un club el cliente se quiera poner el preservativo», apunta Riley.
El estigma al que se enfrentan las prostitutas también engloba a la violencia de género y el machismo. El pasado año una trabajadora sexual fue asesinada en el Parque Amate por su cliente debido a una discusión por el pago del servicio. El colectivo denuncia que hay víctimas de primera y de segunda, ya que según en estos casos al ser una prostituta la víctima se relativiza y pone en cuestión la agresión. Las activistas manifiestan que muchas prostitutas se encuentran con problemas a la hora de denunciar situaciones como violación o maltratado. «Muchas compañeras quieren dejar de ejercer la prostitución y no tienen alternativas laborales», señala Riley. Por su parte, Barrera señala que este es un problema de pobreza. Las confundadoras de la asociación sostienen que, desde comienzos de la crisis, y según Barrera, la prostitución ha sido la única alternativa de muchas mujeres «divorciadas y con hijos» para subsistir.