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Actualizado: 04 dic 2017 / 22:53 h.
  • ¿Qué cara tiene la ilusión?
    De izquierda a derecha: el fotógrafo oficial de la Cabalgata, Fernando Salazar; el presidente del Ateneo, Alberto Pérez Calero; el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; el director de la Cabalgata, Manuel Sainz, y el vicepresidente de la Hermandad de Reyes Magos, Carlos Bourrellier. / Fotos: Jesús Barrera
  • ¿Qué cara tiene la ilusión?
    Durante la presentación en la sede de la Fundación Cajasol se pudieron ver imágenes antiguas del cortejo.

No es difícil encontrar innumerables diferencias entre las imágenes de aquella primera Cabalgata de Reyes Magos allá por 1918 si se comparan con las de ahora. En sus primeros años, las carrozas iban tiradas por caballos, bueyes o mulos. Hoy, unos todoterrenos han sustituido a los animales en su noble tarea de transportar a sus majestades. Ni siquiera las propias carrozas son parecidas. Otrora, estas eran más austeras, más sobrias y menos espectaculares.

Sin embargo, hay algo que es común en todas las fotografías sobre los Reyes Magos en Sevilla, sean de la época que sea, tengan o no color. La ilusión es el elemento central en el libro que ha editado el Ateneo de Sevilla en colaboración con la Fundación Cajasol. Ya lo deja claro su título: Un siglo ilusionando. Cien años repartiendo alegría por las calles de Sevilla. La mirada de los más pequeños es, quizá, el mayor regalo, el mayor tesoro, la mayor joya de esta publicación. Una mirada que no ha cambiado desde 1918 y que permanece grabada en la historia de Sevilla con estas imágenes que resumen los cien años de vida de «una de las tradiciones con más arraigo social de la ciudad», como describió el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, a la Cabalgata en el acto de presentación del mencionado libro.

En la publicación «predomina el enorme poder de la imagen» no solo para mostrar lo que significa la Cabalgata de Reyes en Sevilla, sino que es una invitación a echar un vistazo un siglo atrás y percatarse del «marcado carácter social, que fue la esencia de la Cabalgata y se sigue manteniendo en nuestros días», según el director de la misma, Manuel Sáinz. Por esta razón, así pasen cien años más, la Cabalgata de Reyes de Sevilla seguirá siendo la misma, como afirmó el presidente de la docta casa, Alberto Máximo Pérez Calero, quien recordó que el epílogo de una feliz tarde derrochando ilusión desde unas carrozas se materializa en las visitas a los hospitales de la ciudad. Fiel a sus orígenes, cuando aquellos primeros Reyes Magos visitaban el Hospicio Provincial de la calle San Luis, la Casa Cuna o el Hogar San Fernando. «Este año iremos al Hospital Virgen Macarena, porque es nuestra segunda cabalgata», confesó Pérez Calero, quien reconoció que el Ateneo tiene un «punto débil» en este sentido: «Nos volcamos con los más necesitados».

El propio alcalde de Sevilla, Juan Espadas, alabó al Ateneo por su «esfuerzo» para la edición del libro y la importancia que tiene para las generaciones venideras. «Este es el legado de alguien que se ha tomado en serio el trabajo de poner en valor los cien años de Cabalgata de Reyes Magos en Sevilla», destacó. Espadas, consciente de la laboriosidad de reunir y clasificar cien años de historia en imágenes, lanzó un dardo a los ateneistas: «Este libro bien merece una miniexposición».

Debe ser muy complicado poner rostro a la alegría y a la ilusión. Nadie sabe qué cara tienen, pero quien quiera descubrirlo solo tendrá que ver la mirada de quien cada cinco de enero ve y disfruta la Cabalgata de Reyes con el alma de ese niño que nunca dejó de ser.