El Hospital Quirónsalud Infanta Luisa ha puesto en marcha una Unidad de Neuroestimulación Psicológica, que integra los últimos avances en neurociencias y neuroestimulación. Se trata de una unidad, con protocolos propios, que combina los avances neurocientíficos más eficaces para el desarrollo y modificación de los procesos mentales.
Así, el servicio se basa en la utilización de tres técnicas novedosas, como son ‘Neurofeedback’, ‘Biofeedback’ y la Estimulación Eléctrica Transcraneal (TDCS), según explica el responsable de la Unidad, Javier Rodríguez Escobar.
Por un lado, la técnica de ‘Neurofeedback’, o entrenamiento de ondas cerebrales, consiste en la medición de las ondas cerebrales, mediante electroencefalografía (EEG), con lo que se realiza el registro y análisis de la actividad eléctrica cerebral. El terapeuta selecciona los parámetros que desea observar y el paciente recibe, en su pantalla, información de ellos.
Las ondas cerebrales reflejan procesos no conscientes, que, habitualmente, escapan al control racional, mediante la retroalimentación aprendemos a controlar y optimizar estos procesos. Es una forma de entrenar el cerebro, se potencia la actividad cerebral saludable y se inhibe la que es disfuncional.
El sistema nervioso tiene una gran plasticidad, puede evolucionar y mejorar incluso a edades avanzadas, solo es necesario realizar el aprendizaje y entrenamiento adecuados.
Con esta técnica, se podrá ayudar a mejorar a personas que padezcan TDAH, autismo, trastornos del espectro autista (Síndrome de Asperger), epilepsia, insomnio, fibromialgia, intervención preventiva de trastornos degenerativos (Alzheimer, Parkinson), dolor crónico, dolor neuropático oncológico o a acelerar la recuperación tras sufrir un ictus.
De otro lado, la técnica de ‘Biofeedback’ con electroestimulación se define como un procedimiento que permite al paciente aprender a controlar respuestas fisiológicas de forma voluntaria, que ya sea en condiciones normales o porque algún proceso patológico ha hecho perder ese control.
La técnica se basa en dar al paciente información constante y precisa sobre la respuesta fisiológica que se desea modificar, para que el cerebro aprenda a modular y controlar dicha respuesta.