¿Es posible tener en casa una obra de arte valorada en miles de euros y no saberlo? Parece que sí. La empresa sevillana Isbilya Subastas de Arte ha sacado a subasta por 160.000 euros un cuadro inédito de Zurbarán datado, presumiblemente, en 1639, que corresponde a una interpretación de la Santa Faz que se encontraba, hasta ahora, en manos de una colección privada.

El matiz es que sus propietarios lo tenían en su casa como un adorno más de la vivienda. No habían reparado en que se trataba de un lienzo totalmente original, en el que incluso está la firma del genial artista extremeño. Ahora, sale a la venta dentro de una subasta en la que es están incluidas más obras, pero la historia de esta es sorprendente.

La casa de subastas sevillana ha informado de que se trata de una obra englobada en los trabajos que el pintor extremó realizó con el tema de la Santa Faz, “lo que fue repetido a lo largo de su carrera artística debido a la fuerte demanda por parte de su clientela sevillana, entre los cuales contaba con gran devoción”.

La fecha de la obra da que pensar a los exhortes que debe ser puesta en relación con la Santa Faz conservada en el Museo de Estocolmo (Suecia).

El informe realizado por la diplomada por la Escuela del Louvre y experta en Zurbarán, Odile Delenda, sobre la obra, cita que "la composición del cuadro sobrecoge tanto por su realismo como por su fuerte dramatismo: el rostro doliente de Cristo está sugerido con ligeros toques de ocre grisáceo lo que confiere a esta imagen, algo desvanecida, una impresión de realidad del evento increíble”.

Como en las otras versiones imaginadas por el pintor para ese tema, en la parte baja un largo alfiler recoge la tela en el centro, creando un “marco en el marco”.

La pintura será incluida por Delenda en el Suplemento del Catálogo razonado y crítico de Francisco de Zurbarán, actualmente en preparación.

Si se trata de contar en casa con una obra original de la época de Zurbarán, una alternativa es ‘Santa Inés’, un cuadro que sale a subasta en el mismo lote, obra de Ignacio de Ríes, considerado el discípulo más importante del extremeño, a cuyo taller estuvo adscrito desde 1636 hasta, al menos, 1661.

De su maestro tomará precisamente este modelo de representación de las santas: figuras jóvenes ataviadas lujosamente, de calmada belleza y ausentes de sufrimiento, que posan elegantes portando sus atributos característicos. Tal es el caso de esta Santa Inés, que puede ser comparada en cuanto a estilo y formato con la Santa Margarita de Antioquía, subastada por Christie’s en 2010, o la Santa Águeda subastada en 2018.

El precio de salida, eso sí, es más bajo que el de la obra de su maestro, y parte de 9.000 euros.