Hay una probabilidad 20 veces mayor de contagiarte por el Covid-19 en el interior de un local que en el exterior. Así de contundente se ha expresado Manuel Ruiz de Adana Santiago, investigador en el Departamento de Termodinámica Aplicada de la Universidad de Córdoba. Sin embargo, la pregunta es: ¿cómo nos contagiamos en un local interior? Este reputado investigador andaluz lo cuenta en una entrevista con este periódico.
La clave de los contagios en espacios interiores son los ‘aerosoles’, una gota tan pequeña que, incluso, no vemos y que expulsamos de nuestro sistema respiratorio cuando hablamos, tosemos, estornudamos o respiramos. Manuel Ruiz lo compara con el humo del tabaco, porque sus partículas son tan pequeñas como las de los aerosoles, pero con la diferencia de que el humo sí se ve. Es un ejemplo muy efectivo para explicar su comportamiento. Cuando exhalamos el humo del tabaco podemos observar que se queda flotando en el aire hasta que poco a poco se va diluyendo, lo mismo sucede con los aerosoles. Si hay buena ventilación, esos aerosoles se diluirán más rápido, pero si no, se concentrarán en el local durante horas, puesto que es una partícula que se caracteriza por tener unos tiempos de permanencia en el aire muy altos.
Este investigador cuenta que en el sistema respiratorio es donde está el virus y, al exhalar aire, la mucosa que tenemos en las paredes internas del sistema respiratorio pasa a formar pequeñas gotas y salen con la corriente de aire que exhalamos. No obstante, si tenemos el virus, éste irá en esa pequeña gota. Esta es una de las vías de transmisión de SARS-CoV-2 entre personas: el virus va del sistema respiratorio de una persona a otra viajando por esa pequeña gotita que no vemos y que emitimos cuando respiramos, hablamos, tosemos o estornudamos. Y a esto se suma que, cuanto más fuerte es el flujo de aire, como cuando estornudamos, el arrastre y el tamaño de la gota es mayor, produciéndose así una cantidad importante de aerosoles en el aire. Esas gotas más grandes caerán en las superficies más cercanas de la persona. De ahí la importancia de tener distancia de seguridad, mascarilla y limpieza de manos, además de una buena ventilación.
Peor ventilación y recirculación del aire: más riesgo de contagio
Manuel explica que esos aerosoles, que están flotando en el aire pueden contener una cantidad de virus. De esta forma, hay evidencias y estudios que dicen que en locales donde hay mala ventilación y el aire se recircula -no aportar aire del exterior y remover el aire del local-, los aerosoles se transportan de un punto a otro por las corrientes de aire y si hay una persona contagiada, hay riesgo de contagio. En definitiva, cuanto peor ventilado este el local y más se recircule el aire, más probabilidad de contagio hay. Por tanto, la ventilación con aire del exterior, que está libre del virus, es la clave para diluir los aerosoles.
«Hay que recordar que el riesgo de infección es el producto del tiempo de exposición y el tiempo que estemos respirando esos aerosoles multiplicado por la concentración de los aerosoles que hay en el aire. Eso quiere decir que vamos a asumir más riesgos o bien porque estemos mucho tiempo en ese local con mala ventilación o bien por la exposición, porque la concentración de aerosoles del local sea muy elevada. Por eso, es siempre más seguro el exterior que cualquier local interior».
De hecho, ya un grupo de investigadores remitieron una carta a la revista Science para instar a las autoridades a trasladar actividades al exterior y mejorar la ventilación y filtración en interiores para reducir la transmisión por aerosoles.
La forma de reducir el riesgo de infección por vía aérea para este investigador cordobés es a través de capas de protección: la mascarilla, la higiene de manos, la higiene de superficies, el aforo, el tiempo de permanencia en locales interiores y la ventilación. Si sumamos todas esas capas de protección, la probabilidad de riesgo de infección va a ser muy baja. En este sentido, el Gobierno ha publicado una guía de recomendacionespara los sistemas de climatización y ventilación.