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Actualizado: 19 nov 2018 / 10:52 h.
  • Foto: TW mdelcordobés
    Foto: TW mdelcordobés

Ya son dos prótesis totales –una en cada cadera- para solucionar los graves problemas de artrosis que afectaban a la movilidad de Manuel Díaz. El Cordobés ha tenido que pasar de nuevo por el quirófano para recibir otro implante que podría sentenciar sin remedio su carrera taurina.

Esta nueva prótesis podría cerrar cualquier puerta a la continuidad profesional del matador que sólo había podido vestirse de luces en una única ocasión durante la temporada 2018. Es más: es improbable que el torero pueda cumplir su más íntimo deseo: volver a vestirse de luces, aunque sólo fuera una tarde, para retirarse definitivamente de una profesión en la que se inició hace casi cuarenta años y en la que ya ha rebasado las Bodas de Plata como matador. La primera operación no podía espera mucho más y el torero fue intervenido a finales del pasado mes de junio para recibir la primera prótesis en la clínica Quirón-Sagrado Corazón de Sevilla.

En cualquier caso, Manuel Díaz ‘El Cordobés’ (Araganda del Rey, 1968) ya había reconocido que su carrera estaba amortizada. No podrá haber más temporadas, ni viajes por ese tercer circuito en el que era rey absoluto. Esta severa artrosis ha precipitado la decisión aunque el torero había pedido a sus médicos que hicieran todo lo posible para poder torear una postrera tarde en la que sus propios hijos le cortaran la coleta. Para esa hipotética ocasión pretendía vestir el traje que se quedó sin estrenar después de tener que cortar la pasada campaña para ser intervenido en la cadera izquierda.

Díaz había alcanzado una última etapa de notoriedad pública y taurina a raíz de su encuentro profesional y familiar con su hermano Julio Benítez Fraysse, hijo –como el propio Manuel Díaz- de Manuel Benítez, el mítico Cordobés de los 60 y 70 que ha tenido que aceptar esa paternidad por imposición judicial. A raíz de esa filiación –que era un secreto a gritos en Córdoba desde la niñez de Manuel Díaz- se produjeron atisbos de acercamiento entre padre e hijo que, finalmente, no se materializaron. Eso sí, Manuel y su hermano Julio compartieron algunas tardes juntos y a plaza llena en un proyecto que no pudo reafirmarse por el accidente de tráfico de Julio primero y por la lesión de cadera de Manuel después. Eso sí, ambos hermanos mantienen una fluida relación mientras se demora el definitivo reencuentro del mayor con su ilustre progenitor.