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Actualizado: 13 nov 2015 / 10:48 h.
  • Asío está quedando el monumento a Canorea. / El Correo
    Asío está quedando el monumento a Canorea. / El Correo

Diodoro Canorea Arquero tendrá muy pronto su monumento en Sevilla coincidiendo con los 15 años de la desaparición del recordado empresario de la plaza de toros de la Real Maestranza, suegro del actual gerente de la empresa Pagés. Eso sí, la obra de Jesús Cuesta Arana –que ya se encuentra modelada en barro antes de ser fundida en bronce- aún no cuenta con un emplazamiento definitivo aunque la pretensión de la comisión impulsora –encabezada por el empresario José Luis Cabeza- acaricia la idea de colocarlo delante de los muros de la propia plaza de toros, junto a las taquillas oficiales del paseo de Colón.

José Luis Cabeza, propietario de los Mesones Serranito, abanderó hace tres años este proyecto en unión de un grupo de aficionados y antiguos toreros sevillanos. La escultura ya se encuentra en su última fase de ejecución y la comisión impulsora ha podido contemplarla en la localidad serrana de Alcalá de los Gazules, donde Cuesta Arana tiene su estudio de escultura. «Es un reconocimiento a su inmejorable labor como empresario», destaca Cabeza, definiendo al recordado empresario del coso del Baratillo como un “romántico” y destacando su cualidad de «excelentísima persona que ha dejado un recuerdo imborrable tanto dentro como fuera de la fiesta de los toros».

El grupo escultórico retrata de cuerpo entero a Diodoro Canorea –fallecido en enero de 2000- junto a un inconfundible burladero de la plaza de la Maestranza y un cartel desplegado con los nombres de Joselito y Belmonte. El escultor también ha modelado unas cornadas que arañan las tablas y un clavel caído en el suelo, «como símbolo del triunfo del excelente empresario». Jesús Cuesta Arana señala que el monumento se finalizará en bronce, a escala natural, y con unas dimensiones de 2,20 metros de ancho por 1,70 metros de alto. «Es una obra muy compleja donde he intentado cuidar todo tipo de detalles para reflejar en el conjunto la mayor expresividad posible», explica el escultor gaditano que ha representado a Canorea, que llegó a la gerencia de la plaza de la Maestranza por su matrimonio con Carmen Pagés, vestido con su traje y corbata habituales «en una pose y mirada relajada pero no exenta de fuerza expresiva». El grupo escultórico, detalla el creador, tiene un volumen de dos toneladas y será fundido empleando la técnica de la cera perdida.

El primer boceto de la obra ya había sido presentado oficialmente el pasado mes de abril pero la escultura definitiva aún debe salvar un fielato fundamental: el placet de los propietarios de la plaza de Sevilla, la Real Maestranza de Caballería.