El matador de toros Javier Jiménez ya está listo para volver a enfundarse el traje de luces. Será este mismo domingo en el coliseo de Nimes para confirmar su alternativa en un cartel de campanillas. El padrino de la ceremonia será Enrique Ponce y el testigo, Roca Rey. Los toros pertenecen a la divisa de Victoriano del Río. El diestro de Espartinas ha tomado esta decisión después de probarse en el campo con éxito y encontrarse completamente recuperado de las graves heridas sufridas el pasado 19 de mayo en su segundo compromiso de la feria de San Isidro.
Jiménez ha seguido un intenso programa de fisioterapia en los últimos días después de recibir el alta en el hospital San Francisco de Asís de Madrid en el que estuvo ingresado después de ser operado en la enfermería de la plaza de Las Ventas. El torero ha mostrado sus buenas sensaciones: “Después de mucho trabajo y rehabilitación me he probado en el campo y el domingo estaré en Nimes; a estas corridas hay que llegar aunque sea arrastrándose”, ha bromeado Javier invocando a su compañero Juan José Padilla.
Hay que recordar que la cornada llegó en el transcurso de su faena al sexto toro de una tarde accidentada e interminable en la que llegaron a saltar tres sobreros al ruedo madrileño. El diestro de Espartinas quiso volver a la cara de su enemigo después de ser corneado e incluso llegó a intentar reducir la hemorragia con un corbatín pero el abundante sangrado obligó a las cuadrillas a conducirlo a la enfermería para ser operado.
El parte oficial, que calificó el percance como grave, detallaba que Jiménez había sufrido una “herida por asta de toro en el tercio superior, cara interna, del muslo derecho con dos trayectorias: una hacia arriba de 20 centímetros que produce destrozos en músculos abductores y alcanza el pubis y otra hacia abajo de quince centímetros que produce destrozos en el músculo vasto interno y abductor”.
El joven diestro experimentó avances espectaculares en su recuperación desde la mañana siguiente a la operación. Antes de recibir la primera revisión del doctor Máximo García Padrós, cirujano jefe de la plaza de Las Ventas, ya fue capaz de levantarse de la cama y dar algunos pasos por el pasillo de la planta. Entonces ya se marcó como meta la reaparición en Nimes. Se ha cumplido puntualmente.