La noticia es archisabida. Andrés Roca Rey, primer as de la baraja taurina, estará de baja –al menos- todo el mes de agosto. Pero no sabemos qué pasará después. El torero cortó después de cumplir su primer compromiso en la feria de San Fermín. No pudo acudir al segundo y desde entonces no se ha vestido de luces. En Pamplona se pudo constatar que no tenía fuerza en el brazo. El parte oficial emitido entonces hablaba de “braquialgia derecha dependiente de C7 y una tendinopatía de hombro supraespinoso con derrame”. Antes ya había tenido que renunciar a torear en las plazas de Teruel, Burgos y Soria llegándose a propagar el rumor –seguramente interesado- de que esas ausencias sólo eran una estrategia para elevar su caché.
Después del ciclo pamplonica siguió cayéndose de distintas plazas mientras se imponía la verdad de su estado de forma. Finalmente se ha visto obligado a emitir el definitivo comunicado que certifica la gravedad de la lesión: “Roca Rey no podrá torear los compromisos que tiene contratados durante el mes de agosto como hubiese sido, sin duda, su intención al no estar recuperado de su lesión de cervicales que irradia al hombro derecho y que le impide realizar su actividad al rendimiento deseado”.
El mismo comunicado señala que el matador peruano “se encuentra en Nueva York donde está siendo tratado en el Hospital for Special Surgery por distintos especialistas en la materia para encontrar una satisfactoria y pronta respuesta”. En ese comunicado se precisa que “los distintos estudios que se están llevando a cabo marcarán la evolución definitiva”.
“El diestro quiere mandar un mensaje de agradecimiento por las infinitas muestras de apoyo y cariño que está recibiendo desde todos los lugares y que le animan a continuar con su recuperación para volver a los ruedos totalmente recuperado”. Es la apostilla de ese comunicado que también sirve para constatar que la lesión que afecta a la fuerza y la movilidad del brazo derecho del torero peruano sigue en un limbo médico de consecuencias insospechadas. Roca Rey ha renunciado a torear en agosto pero la pregunta es... ¿podrá hacerlo el resto de la temporada?
Sustituciones y sustitutos...
Mientras tanto, empiezan a anunciarse las sustituciones del paladín de la campaña como en un efecto dominó. Este mismo sábado habrá sido reemplazado por Antonio Ferrera en Santander. En la jornada dominical será Miguel Ángel Perera el que ocupe el puesto libre en la Feria de Julio de Valencia. Pero, curiosamente, el torero más agraciado con la ausencia del astro limeño es... ¡Cayetano! que está rentabilizando al máximo las matizables orejas que cortó en la feria de San Fermín. El menor de los Rivera Ordóñez suplirá a Roca Rey en plazas como Huelva, Málaga, Cuenca, Ciudad Real, Tomelloso y en uno de sus dos compromisos que Roca había contraído como máxima estrella de la Aste Nagusia de Bilbao, donde –en otro alarde de imaginación empresarial- también se ha tenido que recurrir a El Juli. Pablo Aguado, por su parte, ocupará el puesto libre que deja en Huesca el 12 de agosto. Carlos Zúñiga, empresario de Colmenar Viejo y Gijón, prefiere esperar para dar a conocer los sustitutos del limeño que también estaría colocado en la presunta cartelería de El Puerto de Santa María. Roca, no se olvide, está anunciado igualmente el 31 de agosto en la tradicional corrida Goyesca de Ronda, que organiza Francisco Rivera Ordóñez. Se trataba de un atractivo mano a mano con Morante de la Puebla que será difícil de recomponer: los aficionados hablan y suspiran por Pablo Aguado pero Cayetano, perejil de estas salsas veraniegas, estaría jugando en casa. Más que nunca.