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Actualizado: 13 oct 2018 / 16:39 h.
  • Morante ficha por la casa Matilla

Toño Matilla, Antonio García Jiménez en su DNI, ha llegado a un acuerdo con Morante de la Puebla para llevar sus asuntos profesionales a partir de ahora. Era un rumor que circulaba por los rincones del toreo desde hace algunas semanas y se ha visto materializado al concluir la temporada del imprevisible diestro de La Puebla, que suma así un nuevo nombre a su larguísima y multicolor lista de apoderados.

El todopoderoso empresario, ganadero, apoderado y auténtico –y discutido- fontanero de los entresijos del mundo del toreo sucede así al veteranísimo taurino toledano Manolo Lozano, que ha llevado el rumbo de la carrera del diestro cigarrero única y exclusivamente durante la temporada 2018.

Esta campaña, que el torero ha finalizado en el festival organizado este viernes en Sevilla por la Hermandad de la macarena, había supuesto un punto y seguido en la carrera de Morante después de la inesperada y brevísima retirada que siguió a su aciaga actuación en el Puerto de Santa María el 14 de agosto de 2017.

Pero ese paréntesis duró poco. El matador marismeño, que dejó atrás ese mismo día su relación profesional con la FIT, el grupo mexicano de Alberto Bailleres, llegó pronto a un acuerdo con Manolo Lozano que, con casi nueve décadas a sus espaldas, se comprometió a “bordar” la última temporada de Morante que, eso sí, ya había anunciado que ese compromiso iba a durar lo que ha durado: un año exacto en el que ha habido grandes triunfos, llenazos, plazas vacías y también algún indisimulado fracaso.

Morante, que deja atrás un largo y tortuoso historial de apoderamientos de todo signo, se suma así a la cuadra de toreros del controvertido taurino charro que, entre otros matadores, lleva la carrera de José María Manzanares, David Fandila ‘El Fandi’ y Juan José Padilla que está a punto de despedirse de los ruedos españoles en la feria del Pilar de Zaragoza.

Los Matilla, de una u otra forma, son los herederos de los activos taurinos de la otrora todopoderosa casa empresarial de la famila Balañá, propietarios de la inactiva –e intacta- Monumental de Barcelona y organizadores de las líneas maestras del negocio taurino en las décadas fundamentales de los 50, 60 y 70. Toño Matilla, en definitiva, es uno de los actores fundamentales y más contestados de la cocina del toreo aunque su bajo perfil público y su adversión a realizar cualquier tipo de declaración pública le convierten en un desconocido para el gran público.