Fútbol

Ni las malas artes de Brasil tumban a España

El conjunto de Montse Tomé se sobrepone a un encuentro trabado y sella su pase a cuartos de final como primeras de grupo contra una selección brasileña que se quedó con 10 por la expulsión de Marta, leyenda del fútbol femenino

Las jugadoras de España celebrando el gol ante Brasil.

Las jugadoras de España celebrando el gol ante Brasil. / RFEF

Laia Bonals

A paso firme. España se repone a todo, hasta al juego sucio que Brasil intentó imponer (0-2). Ni las perdidas de tiempo exageradas ni las entradas con extrema dureza hicieron al conjunto de Montse Tomé tambalearse, pese a que no tuvo su mejor día. En su debut en unos JJOO se plantan en cuartos y empiezan a hacer buenos los pronósticos.

El partido fue descoordinado. España propuso y Brasil improvisó, pero ninguno de los dos conjuntos dominó. Fue un vaivén, sin rumbo ni peligro claro. El primer tiempo fue especialmente espeso y accidentado. Muchos parones y demasiadas faltas torpedearon el ritmo que quería imponer la selección de Tomé. El once estuvo plagado de rotaciones. Aitana, Alexia, Mariona y Salma empezaron desde el banquillo. Y España las echó de menos. Y mucho.

La primera parte tuvo poco encanto. Más allá de remate el poste para Brasil y un error a bocajarro de Eva Navarro, el marcador no tuvo intención de moverse. Pese a eso, el primer tiempo del Brasil-España será recordado para siempre. Fue (probablemente) el adiós a una leyenda. Y no podía ser de la manera más amarga.

Marta Vieria vio la tarjeta roja en el añadido por una entrada totalmente desafortunada con la pierna excesivamente alta que impactó en la cabeza de Olga Carmona. El colegiado no dudó y le enseñó la tarjeta que ponía punto y final a su participación en el encuentro. Marta se echó a llorar. No podía ser. Lágrimas de pena, de frustración, de terror. Su leyenda no podía despedirse así del deporte que ha guiado durante años. Debutó en Atenas 2004 y, 20 años después, pudo haber puesto punto y final a su participación en unos Juegos Olímpicos con esa acción.

Tanto las futbolistas españolas como las brasileñas se quedaron estupefactas al ser conscientes de lo que acababa de pasar. Marta, de 38 años, se marchó resignada, con un dolor descomunal directamente proporcional al tamaño de su leyenda. Solo si Brasil llega a semifinales podría volver a jugar con la 'canarinha', cosa a priori se plantea complicada.

El partido llegó al descanso destemplado. La desesperación atusó a las españolas que a medida que iban pasando los minutos y veían cómo la guardameta brasileña se abonaba a las males artes parando el partido cada 20 minutos. Pese a eso, y ya con Alexia, Aitana, Mariona y Salma sobre el césped, España empezó a reconocerse.

Patri Guijarro se tuvo que marchar con molestias tras un choque, como Cata Coll minutos más tarde tras un rodillazo en la cara que le abrió una brecha en el pómulo. Brasil jugó pasado de vueltas, con una agresividad innecesaria que puso en peligro la integridad de las españolas en diferentes momentos del partido.

Mientras Brasil ponía la dureza, España intentó poner el fútbol. No acababa de fluir, pero con futbolistas de tanto nivel en sus filas, tarde o temprano, tenía que llegar una genialidad. Y nació de las botas de Mariona Caldentey, que puso un balón con música al punto de penalti para que Athenea se encontrara el esférico y con tan solo empujarla, el primer tanto para España subió al marcador. Por delante en el marcador, la urgencia desapareció y Montse Tomé respiró en la banda.

En los 16 minutos de añadido, tras las incesantes perdidas de tiempo del conjunto brasileño, Alexia puso el punto y final a un encuentro surrealista con un zurdazo desde fuera del área que sentenció el encuentro que sella su clasificación a cuartos de final.

Tracking Pixel Contents