Opinión
Gabriel Ramírez
Paz Padilla cree que denunciar un abuso sexual es un para qué
No puede ser que en televisión opine cualquiera de temas tan delicado como pueden ser los abusos sexuales a menores o de la violación de una mujer. Sencillamente, no puede ser. Y si el que va a opinar es mediocre, inculto, brusco y está vacío de eso que llamamos inteligencia, mucho menos.
La televisión es un medio poderoso y frente a la pantalla del televisor puede encontrarse cualquier tipo de persona. Paz Padilla, presentadora del programa Sálvame, ha dicho que en el caso de haber sufrido alguien abusos sexuales siendo niño «denunciarlo significa revivir. Y ¿para qué?». Se ha tratado en su programa este asunto puesto que ayer una concursante de uno de los reality show de la cadena confesó haber sufrido abusos sexuales cuando tenía cinco años. Además, Paz Padilla, sin desmayarse o desintegrarse, ha dicho que si el agresor es alguien de la familia y se denuncia, la familia puede quedar desestructurada. No pueden permitirse este tipo de intervenciones en televisión. Son peligrosas, son tóxicas y están muy alejadas de la ética y del sentido común.
No voy a ocultar que esta señora me parece una indigente cultural y que maneja ideas propias de una ignorante que no sabe hacer la o con un canuto. Lo confieso, pero estaría diciendo esto mismo de cualquier otro que me pareciese listo y guapo y alto y decente. No se puede consentir y punto.
A la Señora Padilla habría que decirle que según la Asociación para la Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (Aspasi), los efectos de un abuso sexual a un niño es demoledor. Se traduce, con el tiempo, en una baja autoestima, miedos, sentimiento de suciedad, vergüenza, culpabilidad, hipersexualización o temor al sexo, anorexia, depresión, psicosis, dificultades para relacionarse, dependencia, drogadicción, autolesiones, o tentativa de suicidio. Por esto hay que denunciar, porque esto no puede ser, porque es una lacra que no nos podemos permitir ni un minuto más. Y habría que recordar a la señora Padilla que una familia desestructurada poco tiene que ver con una familia cabreada. Si el tío o el abuelo de una cría abusa de ella y se conocen los hechos, se denuncian. Punto. Uno menos en la familia y la estructura intacta. A ver, que alguien le diga a esta señora que una familia desestructurada es aquella que presenta una constante conflictividad y una permanente perturbación en el grupo familiar; por tanto, la familia está desestructurada mientras el abusador sigue allí y no al contrario.
Esta pobre mujer no sabe ni lo que dice. Es tenebroso saber que millones de personas escuchan lo que suelta por la boca y algunos se lo tragan. Y es un espanto saber que estas cosas aumentan las dichosas audiencias porque cuanto más terrible es el conflicto más acuden las personas ávidas de gresca.
Es una vergüenza y ha llegado el momento de pensar en evitar estos programas por tóxicos, vacíos y peligrosos.
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