Opinión

Nirek Sabal

Queipo de Llano: Cifras y Letras

Queipo de Llano: Cifras y Letras

Queipo de Llano: Cifras y Letras / Nirek Sabal

12.854 asesinados a manos de fuerzas militares y civiles en la provincia de Sevilla. Más de 45.000 en toda Andalucía.

Según Antonio Bahamonde (delegado de Propaganda de Queipo de Llano) al referirse a cómo se comportaron las tropas rebeldes: “El pillaje y el saqueo fue consustancial con la columna. Pueblo que entraban, pueblo que devastaban. En todos ellos se ven las huellas de su paso”.

El 21 de julio de 1936, Queipo de Llano decía en la radio: “Con harto dolor de mi corazón, tengo que comunicar que sigue el castigo a los pueblos (...) Una columna del Tercio ha impuesto un castigo tan enérgico a Carmona que, según me comunica la aviación, una parte de la población, aterrada, huye en dirección a Fuentes de Andalucía”. Un poco más tarde añadía: “Merecen ejemplares castigos y yo he de imponerlos de tal modo que hagan época y que Carmona se acuerde por mucho tiempo de los regulares”.

El 23 de julio se escuchó decir a Queipo de Llano lo siguiente: “Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y a la vez a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricones. No se van a librar, por mucho que berreen y pataleen”. Añadía más tarde: “Obreros de Sevilla: (...) yo os autorizo, bajo mi responsabilidad, a matar como un perro a cualquiera que se atreva a ejercer coacción sobre vosotros; que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda responsabilidad”.

El 24 de julio: “Hay en Sevilla unos seres afeminados que todo lo dudan, incluso que en Sevilla está asegurada la tranquilidad (...) Esos seres se empeñan en propalar noticias falsas (...) ¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo para acallar a esos idiotas congéneres de Azaña. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que cuando se tropiecen con uno de esos sujetos lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré”.

No sigo porque creo yo que el lector puede sacar sus propias conclusiones.

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