Opinión

Juan Luis Pavón

La energía de Manuel y Eleonora irradia futuro en Sevilla

Gracias al talento y al tesón de Manuel García Muñoz y Eleonora Viezzer, profesores de la Facultad de Física de la Universidad de Sevilla (campus de Reina Mercedes), donde son investigadores del grupo de Ciencias del Plasma y Tecnologías de Fusión, y vinculados al Centro Nacional de Aceleradores (que está en Cartuja), se dan las condiciones para desarrollar en una ciudad como Sevilla innovación de alto nivel internacional en uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo: la creación de reactores de fusión mediante campos magnéticos y partículas de plasma como fuente de energía limpia y abundante. Conceptos y terminología que aún no circulan por el habla cotidiana. Pero poco a poco se irá popularizando el vocablo tokamak, nombre de la mayoría de los reactores de fusión nuclear que se están ideando en los países más avanzados para emular el proceso de generación de energía en las estrellas como el Sol de nuestra órbita. Ayer se presentó en Sevilla el tokamak con el que Manuel García Muñoz y Eleonora Viezzer van a liderar la iniciativa Fusion2Grid para la intensificación de los trabajos en este ámbito de enorme complejidad, en el que estaban acostumbrados a solo tener como opción la solicitud de fechas para ensayos en centros de Estados Unidos, Reino Unido o Alemania dotados con infraestructuras sofisticadas. A partir de ahora también habrá grupos foráneos que viajen a Sevilla para experimentar con el novedoso tokamak esférico compacto con triangularidad negativa que han perfilado.

Este equipamiento científico-tecnológico, ubicado en el Centro de Innovación que la Universidad de Sevilla comienza a poner en marcha dentro del Puerto de Sevilla, y que cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía y la utilización de fondos europeos, es complementario al importantísimo proyecto IFMIF-DONES que se está vertebrando en Granada, merced al consorcio conformado por los Gobiernos español y andaluz, y con la implicación de los investigadores del Ciemat y de la Universidad de Granada, para hacer realidad la candidatura que, en alianza con Croacia, recibiera el respaldo de la Comisión Europea con el fin de construir una planta experimental en la que se puedan probar y validar los materiales que se utilizarán en las futuras plantas de energía de fusión, y que han de soportar a lo largo del periodo de vida útil de esas plantas temperaturas de 150 millones de grados.

Manuel García Muñoz, sevillano, recibió en el año 2014 el Premio Landau-Spitzer, galardón de gran prestigio que conceden cada dos años conjuntamente la Sociedad Americana de Física (EE.UU.) y la Sociedad Europea de Física. Tiene en su haber gran número de investigaciones y publicaciones desde la Universidad de Sevilla y desde el Instituto Max Planck de Física de Plasma en Munich. Eleonora Viezzer, vienesa, afincada en Sevilla desde 2016, fue seleccionada en 2018 por el Consejo Europeo de Investigación para recibir 1,5 millones de euros con el fin de contratar a varias personas con el fin de incrementar su equipo en una de sus líneas de trabajo sobre fusión nuclear. Y es Premio Fundación Princesa de Girona de Investigación Científica 2022. La energía de Manuel y Eleonora, de Eleonora y Manuel, por separado y juntos, irradia futuro en Sevilla. Como foco de excelencia y transferencia de conocimiento que a su alrededor generará oportunidades, y consecución de más fondos, y más alianzas con instituciones y empresas nacionales e internacionales.

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Si fueran futbolistas, ¿a cuánto se cotizarían sus talentos? ¿qué cifra alcanzaría la cláusula de rescisión para blindar su permanencia? Recordémoslo, para valorarlo, cuando amanezca el horizonte 2030 y estemos en los albores de materializarse la introducción en la red eléctrica general de una fuente de energía sin parangón en la Historia de la Humanidad.