Opinión | Mollete de calamares

Bertín Osborne, Koldo y las cosas del comer

Bertín Osborne y Gabriela Guillén

Me imagino a Koldo García refugiado en la seguridad de su casa. Persianas entornadas para evadirse del maremoto mediático. Sin salir siquiera a por el pan, no vaya a ser que un reportero lo cace. Los días se le hacen largos, pero se entretiene con uno de sus 23 teléfonos móviles pinchados por la Guardia Civil. Saltando de digital en digital a golpe de dedo. No para leer las novedades de su caso -él mejor que nadie sabe todo lo que ocurrió- sino para evadirse entre esas noticias que los periodistas despreciamos. Esas que llamamos de color o ligeras. Esas que son las más leídas. En ese sentido, Koldo es como tú y como yo.

Bertín Osborne quiere ahora implicarse con el bebé de Gabriela. Tres recetas con pepino que te harán perder peso. Cinco planes con niños para un finde lluvioso. Una anciana ahuyenta a unos ladrones a sartenazos. Pinchas en una, luego en la otra y de ahí a la siguiente. Y así pasan los minutos mientras devoras todos los detalles de lo que de verdad te interesa.

Porque la amnistía ya te aburre más que te cabrea, lo de Koldo te indigna y te asquea y prefieres no ahondar en la herida y lo del horario de cierre de los bares… bueno, eso sí nos interesa. Pero sabes que nada va a cambiar y que seguirán abiertos hasta que se vaya el último. Así que vuelves a lo de Bertín.

Llevo dos semanas leyendo papeles con el sello de la UCO de la Guardia Civil. Preparando preguntas para entrevistar a un ministro en directo en horario de máxima audiencia. Con la humilde convicción de que son brillantes cuestiones que interesan a la audiencia. Repasando al detalle los delitos que quedan excluidos en la Ley de amnistía. ¿Qué es terrorismo para Europa? ¿Qué es terrorismo para los jueces de la Audiencia Nacional? ¿Y para los del Supremo? Pero ¿está la gente en estos asuntos?

La amnistía es la trigésimo séptima preocupación de los españoles, según el último barómetro del CIS. Y nada que tenga que ver con ella aparece entre los cinco artículos más leídos de ningún digital, especialmente en la prensa local y regional. Si revisamos el minuto a minuto de las televisiones nacionales, lo de que vuelva Puigdemont o lo de que Sánchez dijo que no y ahora dice sí, no hace vibrar a las masas. Según el barómetro de mi frutero, el asunto catalán tampoco aparece muy arriba en el ranking de lo más comentado.

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Porque en medio y por encima de la polarización política y mediática están las cosas del comer. La economía familiar, la sanidad y el empleo son los tres principales asuntos que ocupan nuestras mentes, según el CIS. Y para evadirnos de la cruda realidad, para dejar de pensar en cómo llego a fin de mes, ni Koldos ni Puigdemones. A mí dame Bertines, que mañana será otro día.

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