Opinión | Arenas movedizas
La importancia del verbo
El verano era la época en que los periódicos echaban el resto con los verbos para publicar noticias que rara vez lo eran: medita, sopesa, baraja, estudia, dice, denuncia. Nada es lo que era
Hasta hace unos años, las redacciones echaban el agosto como bien podían a base de excedentes de nevera, sobrantes de julio, los fichajes del Madrid y el Barça, un poco de crónica social, los especiales de verano, el preámbulo de la Liga (cuando se escribía separado y no LaLiga) y los sucesos. En julio y agosto, no hay que olvidarlo, el mundo nunca ha dejado de ser cruel.
A falta de noticias de fuste, el redactor jefe se las apañaba para convertir en noticia más o menos aparente lo que dos meses antes no era merecedor ni de un solitario breve . Entonces salía a relucir toda la caterva de verbos que engrandecían la información sin que ésta en realidad dijera gran cosa, por ligera y superficial. La alcaldesa medita, el presidente sopesa, la patronal baraja, estudia, pondera, dice, considera, tantea, cree, y toda la retahíla del futuro perfecto alimentada de antecedentes que se encargaban de enriquecer el vacío: hará, requerirá, exigirá, invertirá, promesas que en caso de no llevarse a cabo, si te he visto no me acuerdo. Cualquier verbo, en definitiva, era válido si cumplía la función de disimular la carencia de un tema formidable que llevarse al papel, como luego también ocurrió en las versiones digitales. Un ministro, hoy difunto, de apellidos Fernández Ordóñez, acuñó aquello de solemnizar lo obvio: «El Hércules se probará en su primer amistoso»; «El Mirandés deberá ganar el segundo partido para hacerse con el torneo»; «El campo sufrirá si no llueve en los próximos meses». Obviedades palmarias a cinco columnas en tiempos de sequía informativa.
Nada es lo que era. Tampoco la comunicación. Más que nunca, lo que importa es el verbo. Raro es el periódico que acepta hoy una noticia con un ‘medita’ en mitad de la oración. O un ‘baraja’ o un ‘sopesa’. La actualidad es tan intensa y vertiginosa que hemos vuelto a los tiempos machadianos del Juan de Mairena. «Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: ‘Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa’. El alumno escribe lo que se le dicta. —Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético. El alumno, después de meditar, escribe: ‘Lo que pasa en la calle’. Mairena. —No está mal».
Auguro un agosto nutrido de titulares construidos a partir de verbos de acción. Ni la actualidad se coge ya un descanso. Hay tiempos verbales que un buen día toman el periodismo al asalto y les cuesta bajar del podio. Declara, comparece, investiga, es, está, naufraga, reprende, compra, pacta, activa, niega, censura… y los campeones absolutos: muere y nace. Para solaz de periódicos impresos, digitales, radio y televisión no hay mayor constatación de la importancia de un hecho que incluir sin miramientos un encabezado alrededor de un verbo de acción. La justicia lo sabe, la política lo sabe, la economía lo sabe. Sus principales actores también. La citación judicial del presidente Sánchez o la nominación del candidato (candidata, probablemente) demócrata a la Presidencia de Estados Unidos apenas van a dejar sitio al horror vacui agosteño. El juez Peinado es una mina. Y el presidente. Lo son Trump y lo ha sido Biden. En definitiva, lo que pasa en la calle, por más que a lo largo del periodo de vida de una noticia ésta acabe mustia y desinflada. Hay que frotarse los ojos para corroborar si lo que pasa en la calle es cierto o nos la quieren dar con queso.
También saben esto los fabricantes de noticias falsas o los expendedores profesionales del bulo. Se puede vestir un rumor de un envoltorio magnífico, aunque pierde toda su fuerza e intención si no se elige el verbo adecuado. La clase política no ha dudado en abrazar esta técnica, de modo que la infodemia que padecemos dificulta a menudo la distinción entre el debate riguroso y el intercambio de golpes; entre la verdad absoluta y la intencionalidad manifiesta por que no se conozca la realidad. Y desconfíen —siempre— de aquellos dirigentes, mandatarios, representantes de la cosa pública o privada con algún ascendente social que, metidos en una polémica que les afecte negativamente, se escudan en aquello de que «eso no es noticia», en lo consuetudinario, que apuntaba Juan de Mairena. Cuando escuchen eso, es que hay noticia.
- Los Reyes Magos lanzarán bolas de 100 euros en la Cabalgata de este pueblo a diez minutos de Sevilla
- Las lluvias pueden llegar el domingo a Andalucía a estas provincias según Aemet
- El cupón de la ONCE riega de dinero Andalucía con dos provincias agraciadas con 630.000 euros
- Sueldazo de la ONCE: Resultado del sorteo de este sábado 30 de noviembre de 2024
- Comer en el centro de Sevilla, misión imposible: el 85% de las mesas están reservadas a una semana de la Magna
- El Cuponazo del Black Friday deja 800.000 euros en estos dos pueblos de Andalucía
- Cuponazo de la ONCE: Resultado del sorteo de este viernes 29 de noviembre de 2024
- Bonoloto y La Primitiva: Resultado de los sorteos de este sábado 30 de noviembre de 2024