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Cosas de mujeres

El diputado del PP Miguel Tellado en el Congreso mostrando los asesinados socialistas por ETA.

El diputado del PP Miguel Tellado en el Congreso mostrando los asesinados socialistas por ETA. / EFE

El pasado lunes Marta Carazo, la directora del TD2 se fue a Jerusalén y dedicó treinta minutos de su espacio a enfocar de cerca a Israel, a Gaza, a El Líbano, a Irán... Ni en treinta minutos ni en treinta años uno atina a entender completamente de dónde parte todo y por qué está como está, pero una cosa sí quedó clara: Carazo hizo un especial magnífico (con datos, con entrevistas, con contexto) donde no opinó sobre nada pero preguntó sobre todo.

Tras la marcha antes del verano de Carlos Franganillo a Tele 5, la ex-corresponsal en Bruselas recogió un testigo difícil. Pero no solo ha mantenido la solvencia del telediario estrella de la tele pública, sino que sin perder ni un trocito de seriedad, le ha aportado una calidez y una cercanía que las corbatas no suelen dar. Se siente, chicos.

El pasado viernes se estrenó “Los destellos”, de Pilar Palomero. Película potente y que te da un “tantarantrán” mental. Película donde nada sobra y nada falta, ni medio plano. Y película donde, a pesar de que apenas hay diálogos, lo que sí hay es un guión milimétrico que saca agua de un pozo aparentemente seco, donde parece que no pasa nada y resulta que pasa de todo. Mención aparte es la actuación de Patricia López Arnáiz: la película cae encima de ella, a plomo.

Pero con una interpretación minimalista a la vez que llena de matices (que traspasa la cuarta, la quinta y la sexta pared) esta mujer que parece delgada y pequeña se agiganta en la pantalla una y otra vez con cada gesto y con cada mirada. Una interpretación íntima peo también llena de plenitud, al alcance de muy pocas.

En un gobierno, si hay alguien que no se puede permitir no ser creíble, es su portavoz. Y si hay alguien que esta semana ha sido -literalmente- increíble ha sido Pilar Alegría, la portavoz del gobierno (la que comunica. La que explica. La que rebate). Cómo será que consiguió poner de acuerdo a todos los medios (a los del sur y a los del norte, a los del fango y a los divinos) tras una rueda de prensa donde salió más que perjudicada.

Alfredo Pérez Rubalcaba, a quien le tocó esta tarea en los 90 (cuando todo era tranquilidad: los GAL, los papeles del Cesid, la fuga de Roldán, el caso Filesa) demostró que lejos de quedarse en leer las líneas escritas por cualquier asesor imberbe, para dominar esa escena hace falta primero saberse muy bien los papeles, y luego ser pedagógico con los periodistas y hacerlo con convicción (y sin pasarse). Nada de esto hizo Alegría, que está más triste que nunca.

La acción tan infame que hizo ese finísimo portavoz del PP en el Congreso que es Miguel Tellado (sacando la foto de los doce socialistas vascos asesinados por ETA) tuvo apropiada respuesta en un tuit de María Jauregui (hija de Juan Mari Jauregui, uno de ellos), afeándole al fino estilista lo ruín que había sido. Por la noche fue entrevistada por Xavier Fortes, y también le preguntó por el cambio de la ley.

Y con cordura explicó que ella podría estar de acuerdo con el cómputo de los años pasados en cárceles de la UE. Pero siempre y cuando los diputados hubieran actuado como si fueran adultos: debate en el parlamento sobre por qué sí o por qué no, y que cada uno se asuma. Uy, qué pereza, vaya lío, deja, deja… Así que una mujer hecha y derecha, a la cual le mataron a su padre de un tiro en la nuca, demuestra -por desgracia- más sentido común que el PP (por error) y el PSOE (por omisión) juntos.