Jerez, de la fantasía a la decepción

Antes de los espectáculos, en el Festival de Jerez de la Frontera suena desde 2021 una motivadora y pegadiza sintonía, compuesta por el guitarrista Santiago Lara con motivo del 25 aniversario de la cita, que invita a "El Festival de la fantasía, donde suenan las palmas por bulerías", y se recuerda que cuando "Llega febrero, suena el flamenco, un movimiento, un sentimiento. Llega la alegría y Jerez se viste de flamenquería".

La verdad es que la bulería nos mueve a celebrar y reconocer la labor de uno de los festivales más prestigiosos del calendario jondo y el hasta ahora más relevante del mundo si hablamos de danza. No sólo por su cuidada y diversa programación, sino por haber sabido integrar a la ciudad, que siempre tienen un lugar destacado en el cartel de la cita, y a los miles de visitantes que cada año se congregan en torno a los cursillos. Favoreciendo además una convivencia que propone una experiencia flamenca plena, más íntima, cercana y auténtica que en otros festivales.

El Festival ha sabido integrar a la ciudad y a los miles de visitantes que cada año se congregan en torno a los cursillos

Es decir, más allá de sus evidentes carencias (por ejemplo, en cuanto a espacios escénicos y recursos técnicos a la altura) y de los desafíos que asume todo gran evento en cuanto a la fidelización de públicos y equilibrios presupuestarios, el Festival de Jerez defendía su estatus gracias al criterio, el talante y la visión de su directora Isamay Benavente quien relevó a Paco López y, después de más de 25 años trabajando para el Teatro Villamarta (15 como directora), dejaba su puesto en 2023 para asumir la dirección del Teatro de la Zarzuela. Coincidiendo con la llegada del Partido Popular al Ayuntamiento y el nombramiento de María José García-Pelayo como alcaldesa.

En este tiempo, la gestión del coliseo y la del festival flamenco ha dependido de la Fundación Cultural Universitaria de las Artes de Jerez, Fundarte, un patronato público en el punto de mira por las pérdidas económicas, que nombró a principios de este año como nuevo director gerente al jerezano Carlos Granados, tras un proceso de selección al que optaron 18 candidatos. Entonces, García-Pelayo destacó su extenso currículum a pesar de su juventud y recordó la apuesta del gobierno por trabajar “para que Jerez se convierta en una Capital de la Cultura -2031- con proyectos ilusionantes”.

El Ayuntamiento nombró nuevo director gerente del Festival al jerezano Carlos Granados, tras un proceso de selección al que optaron 18 candidatos

Ya en el cargo, Granados asumió el Festival de Jerez de 2024 que dejó planteado Benavente por lo que la afición, los creadores y la industria flamenca esperaba con especial expectación esta 29 edición, que se celebra del 21 de febrero al 8 de marzo de 2025, por ser la primera diseñada por el nuevo director.

La empresa encargada de la comunicación del evento envío el pasado viernes 15 de noviembre al mediodía una nota de prensa con la programación completa

Sin embargo, contra todo pronóstico y en plena vorágine de emails con convocatorias varias por la celebración del Día del Flamenco, la empresa encargada de la comunicación del evento envío el pasado viernes 15 de noviembre al mediodía una nota de prensa con la programación completa de la cita, que dice poner el foco en el relevo generacional entre maestros y discípulos del arte flamenco y contempla un total de 45 espectáculos, con 10 estrenos absolutos, 2 nacionales, 4 regionales y 3 presentaciones de discos. Sin que los artistas ni la prensa especializada hubiera sido avisada.

De esta forma, la multitudinaria y tradicional convocatoria que congregaba en estas fechas en Jerez a los representantes políticos, las instituciones colaboradoras, los protagonistas del cartel y los medios de comunicación, se ha sustituido por primera vez por un texto informativo sin declaraciones ni valoraciones de los responsables públicos o del actual director. Una decisión que va en deterioro de la propia proyección del festival, cuya presentación ha perdido ya impacto con respecto a convocatorias anteriores y, cuanto menos, desvela desinterés e invita a la duda, por la falta de transparencia que implica no exponerse a las preguntas.

En cualquier caso, a la espera de conocer los motivos por los que se ha evitado la foto y la respuesta de público y crítica a un programa con pocas novedades, cruzamos los dedos para que este arranque no derive en dejadez porque si algo sabemos los que nos dedicamos a la cultura es que lo que exige poner en marcha y consolidar un evento de estas características es inversamente proporcional a lo que cuesta arruinarlo. Para lo primero hace falta esfuerzo, tiempo, creatividad, paciencia y una dedicación permanente. Para lo segundo, simplemente la inacción. Y está probado que una vez llega el abandono, lo siguiente es la muerte, porque a nadie le importa que desaparezca lo que molesta.