Opinión | Pensamiento Periférico

El presidente tiene rumbo propio: ¿De qué pacto con Junts me habla?

Cómo explica el presidente andaluz que su partido esté alcanzado un acuerdo con Puigdemont cuando su discurso gira sobre el daño que hace a Andalucía los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas

Juanma Moreno y Núñez Feijóo en la sede nacional del PP en Madrid.

Juanma Moreno y Núñez Feijóo en la sede nacional del PP en Madrid. / José Luis Roca

El viernes se celebra la Conferencia de Presidentes en Santander y los barones autonómicos despliegan su agenda de reivindicaciones. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue presidente de la Xunta de Galicia y ejerció como barón con poderes, al margen del guion que marcaba su partido desde la calle Génova, con su propio acento gallego. Un ‘golden boy’ que era siempre era un valor emergente del PP.

Es ese el político que inspira a Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía. Siempre lo ha dicho, él quería ser como el Feijóo de la mayoría absoluta de Galicia y lo está consiguiendo. Moreno reivindica ya hasta el habla andaluza, “el reflejo del alma de los andaluces”, dijo el pasado 4 de diciembre en un acto reivindicativo de la bandera de Andalucía. Él aprendió muy pronto que para gobernar en la comunidad más poblada de España tenía que situarse en el centro político y aferrarse al sentimiento andalucista, porque aquí gana quien en las encuestas los votantes identifican como el partido que mejor defiende los intereses de Andalucía. Ese cualitativo se lo arrebató el PP al PSOE en las encuestas hace ya tiempo.

¿Qué hacemos pactando con Junts?

Aquel Feijóo era modelo de Moreno, el de ahora de Madrid es otra cosa. “¿Qué hacemos pactando con Junts?”, se preguntan en las filas andaluzas. Moreno se enfrenta hoy a su debate sobre el Estado de la comunidad en el Parlamento andaluz. Su discurso político principal, también lo hará el viernes en Santander, va del privilegio a Cataluña, del agravio a Andalucía y del pacto de Pedro Sánchez por los independentistas. Por eso el coqueteo del PP con Junts en el Congreso molesta tanto en Andalucía. El acuerdo alcanzado con los independentistas para suspender el impuesto sobre la producción eléctrica generó incomprensión, como otras muchas decisiones que desde Génova toma el ‘club gallego’ de Feijóo sin contar con los barones. Se le preguntó este martes a la consejera andaluza de Economía, Carolina España, y respondió con un gráfico: “Desde luego nuestros aliados son los andaluces no es ni Puigdemont ni cualquier de ellos” o “No puede ser nunca aliado nuestro”. ¿De qué acuerdo con Puigdemont me habla?, le faltó decir y se le notó todo.

¿Cómo explica Moreno que su partido esté alcanzado acuerdo con Junts cuando su discurso gira sobre el daño que hace a Andalucía los pactos de Pedro Sánchez con los independentistas? El momento no es oportuno y el rédito que el PP saca de ese pacto, alcanzado en el Congreso para incluir una enmienda que ven menor, genera incomprensión. Como muchas de las cosas que se hacen en Génova. Relación cordial pero cada uno con su guion propio, reivindican desde el PP de Moreno en Andalucía.

Huir del fango

El presidente andaluz dice que él huye del “fango” de Madrid. Tiene discurso propio. Quiere alcanzar acuerdos porque todo no puede ser bronca. Ni Isabel Díaz Ayuso ni Miguel Tellado van a marcar su perfil público y sus apuestas informativas. Si Carlos Mazón ha reventado en Valencia el mantra de que el PP es el garante de la buena gestión, Moreno se pone el chalequillo de emergencias y gestiona con éxito. Si el PP depende de Vox para sacar adelante sus presupuestos en la mayoría de las autonomías, Andalucía saca pecho porque no depende de nadie y no se somete a la extrema derecha. En inmigración, Moreno reivindica el “corazón solidario” de Andalucía.

En Génova defienden que se acabó el ordeno y mando y que este es un partido heterogéneo donde cada autonomía sabe qué discurso tiene que hacer en su territorio. En Andalucía eso lo tienen claro desde hace tiempo. Moreno irá a la Conferencia de Presidentes con su guion propio y si Génova pretende frentes comunes con Andalucía lo tiene difícil. Ya se vio en la ronda de las reuniones en Moncloa, cuando Ayuso pidió que nadie acudiera. Fue muy osada la presidenta madrileña por intentar imponer su rumbo. En Andalucía, ni el Madrid de Ayuso ni el PP de Feijóo, la ‘marca Juanma’ ganó la mayoría absoluta por encima de las siglas del PP en las autonómicas andaluzas y eso siguen sin cambiar. Es justo de lo que adolece el PSOE ahora mismo en Andalucía, de acento andaluz y guion propio frente a Pedro Sánchez. 

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