A lo sumo, aprobado, señor Castro

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10 ene 2016 / 21:52 h - Actualizado: 10 ene 2016 / 21:52 h.
"Sevilla FC","Alguien tenía que decirlo","Unai Emery","José Castro","Monchi"

Pese a que la Copa del Rey y la Europa League aún están en ciernes, la Liga ha llegado a su ecuador para el Sevilla, que además ha finalizado su concurso en otras dos competiciones, la Champions League y la Supercopa de Europa. Es buen momento, pues, para hacer una evaluación general pero parcial de uno de los proyectos del Sevilla más ambiciosos de su historia, por dinero gastado y por objetivos marcados.

Por orden cronológico, la temporada arrancó con un partido por todo lo alto. Una Supercopa de Europa ante el todopoderoso Barcelona resuelta de forma agónica en los últimos instantes de la prórroga. El desarrollo de la final tuvo dos caras, como el Sevilla de la Liga dentro o fuera de casa. Los de Emery jugaron una primera hora espantosa (4-1) y completaron una remontada de empate en una última media hora repleta de casta, orgullo y calidad (4-4). Visto el nivel del rival, no merece una nota negativa el Sevilla, aunque perdiera y, por tanto, fracasara en su objetivo.

A mitad de la Liga, el torneo que marca gran parte del todo en un equipo, vemos al Sevilla séptimo, con 29 puntos y fuera de los puestos europeos. No suspender al equipo de Emery sería ser demasiado condescendiente y un ateo de la teoría de la ambición y exigencia que reina en el club nervionense, por mucho que su presidente, en otra declaración para la historia, la haya calificado con notable. Está muy extendido el miedo a usar la palabra fracaso y esta se debe emplear cuando uno se propone algo y no lo consigue. Simplemente eso. Por lo que el Sevilla, por ahora, está fracasando en la Liga: suspenso, aunque con atenuantes evidentes y argumentos sólidos para creer en que acabará sacándolo adelante.

El mismo rigor lingüístico habría que emplear en la Champions. Suspenso: se propuso pasar a los octavos y no lo consiguió. Atenuantes: las mismas que en la Liga (lesiones) y además la entidad de los rivales. Tuvo episodios indignos (Turín) y otros con madera de equipo fuerte (Manchester y Sevilla-Juve). En la Copa el notable, incluso alto, sí que se podría emplear, momentáneamente, si remata al Betis, su eterno rival. En definitiva: aprobado general, necesita y puede mejorar. A por ello, pero siempre desde la exigencia, señor Castro.