¿Aceptas el desafío?

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02 ago 2022 / 11:37 h - Actualizado: 02 ago 2022 / 11:38 h.
  • ¿Aceptas el desafío?

Observando mi entorno y también por las cartas y mensajes de lectores que me llegan a diario veo que aumenta cada vez más el número de personas que muestran su preocupación por los problemas ambientales y buscan información y se interesan por el cambio climático y sus consecuencias. Considero que este interés es el primer paso hacia un cambio de actitud y de comportamientos con respecto a los recursos naturales que sustentan nuestra vida en el planeta. A quien me escribe y me contacta mostrando su interés por activar su conciencia ecológica y actuar en consecuencia siempre aconsejo de comenzar dando pequeños pasos, no pensando de tener obligatoriamente que revolucionar la propia vida de un día para otro. Lo primero que hay que hacer es abrazar la idea que cada uno de nuestros gestos y decisiones tienen un efecto más amplio y visible sobre el mundo que nos circunda mayor de cuanto pensemos. Cada gesto nuestro y cada acción puede producir un “efecto mariposa” sobre el mundo del mañana con consecuencias positivas o negativas completamente impredecibles.

Dar un primer paso, sería abrazar el ejercicio activo del low impact, lo que nos abriría el camino para convertirnos en agentes activos del respeto al medio ambiente, limitando así nuestra huella ecológica. Dar un primer paso supondría mejorar nuestro comportamiento como consumidores o productores. Dar un primer paso sería separar correctamente el plástico, papel, cartón, vidrio, materia orgánica y restos, para depositarlos en el contenedor correcto. Dar un primer paso sería reducir el desperdicio alimentario, ya que cuando tiramos comida a la basura estamos desperdiciando también la energía y el agua empleadas para su producción, pero sobre todo nuestra solidaridad con millones de personas enfermas de desnutrición que pasan hambre a diario.

Pequeños pasos cada día, para ser más ecológicos, con calma, sin extremismos inútiles. Con paciencia. Las decisiones repentinas y poco estudiadas podrían hacernos tirar la toalla antes o después.

Lo importante es que nos hagamos protagonistas del cambio de manera gradual, organizando nuestro tiempo y metas, ayudando a nuestros hijos y nietos a comprender la importancia de la sostenibilidad concienciándolos de la necesidad de proteger nuestro ambiente.

Si logras entender que la crisis climática con el aumento de la temperatura, con la aparición de graves fenómenos meteorológicos, de sequías, incendios, extinción de especies animales y vegetales, afecta a ti y a tu familia; si logras entender que el aumento de desplazados y refugiados climáticos, también os afecta; si logras visualizar y comprender el costo ambiental que tu estilo de vida conlleva, entonces es prioritario que actúes ya.

Hacer poco es mejor que no hacer nada. Se necesitan actores, no espectadores. ¿Aceptas el desafío?