Opinión

Juanmi Vega

Altares

Hermandad de San Esteban. / M. Agüera

Hermandad de San Esteban. / M. Agüera / Juanmi Vega

Va a ser nuestro dulce durante la amargura que estamos sufriendo en esta pandemia. El oasis en este desierto de cofradías.

Los priostes se están gustando en los montajes y todos vamos a disfrutar de estas obras de arte efímera que las hermandades van a fomentar en estos días.

La priostía es otra de esas facetas dentro de las hermandades que muchas veces está denostada. Son muchas horas de trabajo desinteresado y que la recompensa que tiene, en bastantes ocasiones es muy cruel.

Son noches largas fundiendo cera, quebrándose la cabeza para dar lo mejor con lo que hay, que muchas veces es poco.

Lo que cuenta muchas veces es la intención. ¿Quién no ha cogido unos jaramagos y se los ha regalado a su madre? Es la más bella demostración de amor con lo más simple que da la tierra. Y estas obras de arte efímeras, como las flores, son lo mismo. Un regalo a quien más quieres.