La vida del revés

Amancio Ortega, su fortuna y Pablo Echenique

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16 feb 2022 / 11:28 h - Actualizado: 16 feb 2022 / 11:37 h.
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  • Amancio Ortega. / EFE
    Amancio Ortega. / EFE

Pablo Echenique quiere que Amancio Ortega pague 2.300 millones de euros al año en impuestos personales. Le haría feliz. Amancio Ortega paga un dineral al año en impuestos, pero Echenique quiere que pague más. Seguramente, Pablo Echenique quiere que Amancio Ortega pague tanto como para que no tenga un solo euro. Son las cosas de estos chalados populistas que creen que esa es la solución a los problemas de los españoles.

Amancio Ortega le sirve a Echenique para que se hable de lo que tiene y de lo que gana, para que se hable de lo malos que son los empresarios y lo oprimidos que están los trabajadores. Así no se habla del batacazo que Unidas Podemos ha cosechado en las últimas elecciones autonómicas en Castilla Y León. Pero igual no cuela porque hay que recordar que Amancio Ortega ha generado decenas de miles de puestos de trabajo y Echenique uno solo (al que pagaba en negro), ha creado riqueza en España y Echenique no ha creado más que alguna polémica estúpida. El populismo funciona hasta que el personal te cala y comprende que las tonterías que se dicen, aunque parezcan redonditas y muy útiles, son tonterías sin vuelta de hoja. Eso es el populismo, decir gilipolleces disfrazadas de populismo de postín y hacerse rico gracias a ello mientras el pueblo al que te diriges sigue siendo más pobre que las ratas.

Si Amancio Ortega, y todos los empresarios a los que odia Echenique, hicieran las maletas y salieran pitando de España, tendríamos un futuro desolador por delante. Si las donaciones que hacen Amancio Ortega y todos aquellos que tienen dinero para hacerlo dejaran de realizarlas, por ejemplo, los enfermos de cáncer tendrían mucho más difícil salir adelante. Pero Echenique va a lo suyo y la caída libre en la que se encuentra su partido debe ocultarse detrás de sus tonterías.

Pablo Echenique, en sus tuits, confunde la cantidades (el patrimonio de Ortega se eleva a 62.000 y no a 90.000 millones de euros) y confunde lo que es patrimonio con cualquier otra cosa que solo entiende él. Pablo Echenique vuelve a ser un ridículo y un político que quiso convertirse en el azote de los ricos y, en concreto de Amancio Ortega, y se ha quedado en rémora para su proyecto político.

Esperemos que Amancio Ortega, y todos los empresarios de España que se juegan su patrimonio a diario, sepan hacer oídos sordos y no hagan caso a este tipo de personajes ni a los que les siguen como si fueran gurús. Ya se sabe que el tuerto es el rey en el país de los ciegos.