Amancio Ortega, Zara y la guerra de Gaza

Estamos a dos doritos de comenzar a escuchar idioteces en las redes sociales. Tal vez ya se esté liando la mundial mientras escribo estas líneas.

Ayer, Zara lanzó ‘Atelier 04’ una colección de moda creativa que recuerda más a las marcas de lujo que a lo que se suele vender en una tienda con precios razonables. La presentación se realizó a través de una serie de fotografías tomadas en el taller de un escultor y con la modelo Kristen McMenamy como protagonista. Resultado: un escándalo morrocotudo.

Los activistas propalestinos vieron en la imagen una referencia clara a la guerra de Gaza puesto que el maniquí que sujeta la modelo está envuelto en una sábana del mismo modo que se amortajan los cuerpos en Gaza. Por supuesto, Inditex ya ha retirado la imagen y ha pedido disculpas por la sensación que haya podido causar la dichosa fotografía.

A mí, si no hubiera recibido esta fotografía acompañada de la información que habla de escándalo, de Gaza y de muerte, francamente, no se me hubiera ocurrido pensar en algo ni siquiera parecido. Pero eso no quiere decir nada y, por lo visto, es algo muy evidente que desde Zara, empresa del maléfico Amancio Ortega, se ha querido señalar la guerra de Gaza como excusa para crear una campaña publicitaria.

Me temo que estamos sacando las cosas de quicio cada minuto que pasa. La guerra de Gaza es algo brutal y sangriento, algo injusto para los civiles que ya han muerto y para los que van a morir sean de la nacionalidad que sean, y no parece que nadie en Zara haya pensado en relacionar unos pantalones vaqueros con una guerra que pasará a la historia como ejemplo de extravagancia de la violencia.

Amancio Ortega debe estar hasta las mismísimas narices de estar siempre en la cuerda floja. Si no es por donar maquinas carísimas a la Seguridad Social, es por comprar un edificio en no sé dónde; si no es por ganar dinero con sus empresas es por no ganarlo...

Nos la tenemos que agarrar con papel de fumar hace muchos años, pero vamos de mal en peor y cualquier comentario, cualquier imagen o cualquier palabra colocada en una frase sin especial importancia, se pueden convertir en una losa insoportable.

A ver lo que tardamos en ver cómo se incendian las redes a costa del empresario gallego.