Llegas siempre
cada tarde del estío
junto al ocaso
Como un novio
puntual a la cita
vespertina
Traes contigo
grillos y mariposas
volanderas
Que se posan
en los lirios y las rosas,
tan orgullosas
Traes aromas
de juncias, de romero
y de salitre
Que perfuman
olivares, los huertos
y la ribera
El Aljarafe
te espera candencioso,
cada tarde
Preludio
del bello atardecer
y la “marea”
No faltes nunca,
que yo también espero
con impaciencia
Que esa brisa
me impregne los sentidos
entre sonrisas.