Canciones racistas: la del Cola Cao

Image
21 sep 2019 / 07:00 h - Actualizado: 21 sep 2019 / 06:50 h.
"Los medios y los días"
  • Imagen de una de las primeras latas de Cola Cao. / Paco Cazalla
    Imagen de una de las primeras latas de Cola Cao. / Paco Cazalla

Tenemos que empezar a hacer examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia. Como punto de partida, propongo una relectura de la letra de la famosa canción del Cola Cao que, como se sabe de sobra, es una canción racista y xenófoba.

“Soy aquel hombre de color/ del África tropical/ que cultivando cantaba/ la canción del Cola Cao/. Y como verán ustedes/ les voy a relatar/ las múltiples cualidades/ de este producto sin par/. Es el Cola Cao desayunos y meriendas/. Es el Cola Cao desayunos y merienda ideal/. Cola Cao, Cola Cao/. Lo toma el y la futbolista para entrar goles/ también lo toman los buenos nadadores (coro: “Y nadadoras”). Si lo toma el o la ciclista/ se apoderan de la pista/ y si es la boxeadora (coro: “O el boxeador, pum, pum”),/ golpean que es un primor”.

Quien desee lo puede ensayar en casa o con los amigos y añadir otras palabras que a mí se me hayan escapado, con el fin de que la adaptación a nuestros tiempos solidarios sea más exacta, ya verán que sale bien, aunque haya que forzar un poco la música para adaptarla a algunos nuevos vocablos, pero qué es eso comparado con el acto misericordioso de no discriminar a nadie por razón de su color, como ya reivindicaba Antonio Machín a pesar de que para otras cosas fuera un pecador y justificara el adulterio y el amancebamiento con sus canciones Corazón loco y Un compromiso... Además, esa introducción del coro que he llevado a efecto le imprime al tema del Cola Cao un aire sesentero, heredado a su vez de la prodigiosa década musical de los cincuenta en Estados Unidos.

Y ahora pasemos a concretar la finalidad del ejercicio de cura de alma que acabamos de llevar a cabo. Examen de conciencia: porque la tenemos sucia de tanto matar o haber matado indios, moros y negros o, mejor dicho, nativos de América, coránicos y subsaharianos. Dolor de los pecados: porque si no sentimos un terrible peso sobre nuestra alma –que nos puede llevar al Averno-, ¿para qué puñetas nos sirve el examen de conciencia? Propósito de la enmienda: se deriva del dolor tan insoportable que padecemos y de que realmente estamos arrepentidos. Decir los pecados al confesor: para que nos perdone Dios, ¿de qué sirve nuestro arrepentimiento si Dios no da el Visto Bueno? Nosotros no somos nadie, estamos en un valle de lágrimas, esperando morirnos para llegar al Cielo. Y cumplir la penitencia: la penitencia es reformar la letra de la canción. Hecho. ¡Me siento puro como un Cohíba! Y cuando me confirmen Teresa Rodríguez y El Gran Wyoming alcanzaré el nirvana.