Los medios y los días

Cernuda ha cumplido 120 años

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24 sep 2022 / 04:00 h - Actualizado: 24 sep 2022 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Cernuda ha cumplido 120 años

Esta semana, el 21 de septiembre, en concreto, Luis Cernuda cumplió 120 años. Da igual que se haya muerto de infarto en 1963, en el exilio de México, los que lo llevamos dentro ni damos ya tanta importancia a un aniversario tan redondo porque recordamos y leemos a menudo al poeta. Es hijo de Sevilla, como se sabe. Nació en la calle Acetres donde le colocaron un azulejo hace la tira de años -dicen que a Cernuda no le gustaban los azulejos- y ahora parece que allí en aquella casa años y años dedicada al sector de la cristalería y por fin en manos públicas, van a colocar un museo de la Generación del 27 o dedicado en exclusiva al poeta sevillano. No lo pagaremos los sevillanos en su totalidad, Europa nos regalará más de doscientos mil euros.

Me parece que hizo muy bien Cernuda en largarse de la ciudad en 1928 desde la antigua estación de San Bernardo. Así nos evitó a los sevillanos llevar el estigma que soportan los granadinos con Lorca, sean o no culpables: matar a un poeta sobre todo “por maricón” antifranquista más que por intelectual. Cernuda se atrevió a dejar en aquellos tiempos una huella clara de su condición sexual, tanto, que aún hay sevillanos que no se lo perdonan. El poeta, no obstante, se “vengó” de su ciudad no citándola nunca por su nombre en su magistral obra Ocnos, el texto en prosa poética de obligada lectura para quienes deseen expresarse con tal género literario.

Bueno es recordar a algunas de las personas que nunca han abandonado a Cernuda en Sevilla, con Franco y sin Franco, porque sumarse ahora a los homenajes es muy fácil y oportuno. Antonio Burgos siempre estuvo ahí, pendiente de la memoria del poeta. Julio Manuel de la Rosa nos legó pruebas sólidas del lugar del Barrio de Santa Cruz donde se alzaba el magnolio que Cernuda retrata en Ocnos, una obra dedicada a su ciudad, sin citarla, en coherencia con una especie de sentimiento de amor-odio. Por su parte, el poeta Fernando Ortiz lanzó en su día la publicación Calle del Aire, cuyo nombre alude al lugar donde vivió el poeta.

El colectivo cultural Gallo de Vidrio -que está celebrando sus 50 años de existencia en este 2022- le dedicó pliegos literarios y llevó a cabo una ruta cernudiana por Sevilla que terminó justo en la misma estación de San Bernardo, en los inicios de los años 80. Allí, se acercaron al maquinista de un tren que partía aproximadamente a la misma hora en la que el poeta dejó Sevilla para siempre. Le entregaron un ramo de claveles rojos y, ante la extrañeza del conductor, le dijeron que lo arrojara del tren al paso de Despeñaperros como símbolo del poeta autoexpulsado contra su voluntad.

Aún no tiene Cernuda un monumento en Sevilla, acorde con su relevancia, hay que acercarse a Dos Hermanas para ver uno. Desde 1991 no se sabe nada del monumento que se proyectó. Es extraño, con lo activo que es el movimiento gay. Claro que Cernuda me parece a mí que no hubiera tragado con ciertas manifestaciones públicas de este colectivo, era demasiado retraído, metido en sí mismo, como lo describen casi todos los que le conocieron bien, pongamos por caso a Pedro Salinas, que le dio clases en la Universidad de Sevilla.

Cernuda fue un sevillano universal que unió a Sevilla con Málaga (editó con Altolaguirre, Emilio Prados y Concha Méndez), con Córdoba a través del Grupo Cántico, con Madrid donde conoció a Lorca, con Francia, Inglaterra, Estados Unidos, México... Tal vez por eso no se le tenga aquí en tanta consideración como merece, queda aún mucho de provinciano en esta ciudad donde la realidad y el deseo van cada uno por un lado. “Sombra hecha de luz,/ que templando repele,/ es fuego con nieve/ el andaluz./ Enigma al trasluz,/ pues va entre gente solo,/ es amor con odio/ el andaluz./ Oh hermano mío, tú./ Dios, que te crea,/ será quién comprenda/ al andaluz”.